El Camión de las Sorpresas Parte II
Fecha: 21/01/2022,
Categorías:
Bisexuales
Autor: mariano9a30, Fuente: RelatosEróticos
... que podía sucederme y lo deseaba de nuevo con mayor intensidad. Me estaba excitando demasiado como para no agasajarlo. Comencé succionando un poco como si fuera de caramelo. Estaba invertida la dirección de las caricias, sus labios se acercaban con su lengua el lugar por donde había entrado la noche anterior, aquello que comenzaba a florecer dentro de mi boca, se me hacía tan apetitoso como lo que sentía por detrás, eran como golpes eléctricos simultáneos. Apenas comenzó a encontrar mi pepita, se me vino adentro un deseo que me hizo desesperarme mucho más porque sentía los latidos de su corazón impulsando presión hidráulica que incrementaba su volumen dentro de mi boca, palpitante seguía hinchándose hasta el punto que ya no me cabía, no podía evitar tocarlo con mis muelas cuando estaba a punto de ahogarme.
Con una lengua dentro de las nalgas buscando entrada y un chaparro dentro de la boca y poder chuparlo a mi antojo es lo más delicioso que nunca pude sentir en mi vida. No podía creer que me había entrado con aquella delicadeza, poquito a poco aquel inmenso falo que estaba a punto de derramarse en mi boca. Fue tanto el placer, fue tanta la emoción, que de una vez me fui en un chorro desesperado. Me había dado a probar de su inmenso tolete por dos lados diferentes y para colmos me siguió metiendo la lengua donde tanto me había dolido y tanto más me había gustado. Ahora me aliviaba con un nuevo tipo de placer. Estuve tan deseoso de que me lo volviera a meter y que no me lo ...
... sacara nunca, pero las cosas maravillosas duran poco.
Los primeros rayos de luz me permitieron apreciar la belleza de aquel majestuoso miembro que me seguía chupando como si fuera un helado. Todos los sabores estaban mezclados, lo más excitante fue haberlo sentido endurecer dentro de mi boca, mientras su lengua me compensaba todos los dolores de la del desfloramiento que aún latía como una herida fresca. Pero su lengua actuaba como un bálsamo que al mismo tiempo se apoderaba de mí de una nueva manera. Hasta que llegó el momento que no pude contener. Como la lluvia enredada en la basta pelambre de su pecho mi leche saltaba, y al mismo tiempo otro torrente me llenaba la boca y se me chorreaba por los labios. Los cabellos, los ojos, las cejas y hasta por el cuello me bajaba como la lava de un volcán enfurecido. Mientras nuestros cuerpos extenuados trataban de recuperar el aliento, mientras comenzábamos a despertar a la realidad del amanecer. Este sueño de noche lluviosa, de entrega a la muerte, al dolor y el placer estaba llegando a su final. Y yo áun estaba postrado en su regazo a punto de quedarme dormido de nuevo.
– Cuando llegue a la ciudad te voy a llamar para que salgamos a tomar unas cervezas – Me dijo después de despertarme con unas suaves palmadas en las nalgas. – Las despedidas no son buenas pero tenemos responsabilidades que cumplir – Me acomodé la ropa como mejor pude. Después de asearme un poco en un lavamanos improvisado en la maleta del carro, y de cambiarme ...