La trany más puta de todas
Fecha: 22/01/2022,
Categorías:
Transexuales
Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos
... salí de la cabina apenas podía caminar: había estado en posición de 90 grados por todo ese tiempo, colectando esperma. Fui al baño para hacer lo humanamente posible para estar pasable. Con papel toalla limpié el semen que me cubría, arreglé mi maquillaje: labios rojo fuego, párpados azul metálico, pestañas larguísimas y bien negras. Había algo de semen en mi top, pero no me importaba pues era como un trofeo de guerra. Me miré al espejo, de pies a cabeza y solo pensé: “sí, aun luzco como una puta”. Recién era la 1 am, así que tenía más tiempo. Salí del sex-shop; era verano así que afuera corría un viento cálido y agradable; por la hora, el lugar lucía ya algo desierto; pensé que perdería mi tiempo. Me paré al borde de la acera, como puta que era, y esperé. No tomó de 5 minutos y se detuvo un carro con un par de tipos dentro: “hola amor, ¿eres puta verdad?” “Claro” respondí, ¿qué creen?
“Tenemos una pequeña “fiesta” (lo interpreté como orgía) con unos amigos que necesitamos una putita para pasarla bien. ¿Te animas? Te vamos a pagar bien”
Sin pensarlo, me subí al carro; aún tenía energías para más cogidas. Minutos después llegamos al departamento. ¡Joder…había más gente de lo que esperaba! Había unas 20 a 25 personas, entre 30 a 40 años, todos hombres; el ambiente estaba lleno de música ruidosa, cigarros (y quizá hierba) y alcohol; al fondo, en una pantalla gigante pasando porno. “Con razón están todos arrechos pensé”. Cuando me vieron llegar, todos enfocaron su mirada a ...
... mi cuerpo, casi comiéndome con los ojos. Les sonreí y luego les pedí un trago fuerte… si me van a coger todos estos entonces necesito algo fuerte les dije.
Y así fue, un par de copas de wiski puro, una breve fumada de hierba, y estaba completamente lista para todos ellos. Arrastraron un colchón hasta la sala principal y al mismo tiempo empezaron a desnudarse; mientras formaban un círculo alrededor del colchón yo solo atiné a pasar junto a ellos mientras tocaba suavemente todas esas vergas duras, ardientes y repletas de esperma salada. Al ritmo de la música me saqué primero el hilo dental y luego, lentamente, la minifalda; pensé que sería un escándalo cuando viesen mi verga, pero nada, al contrario, creo que les encantó tener una tranny a su disposición (será porque las trannies siempre estamos más dispuestas a ser más salvajes que las mujeres). Apreté mi verga para que esté tan dura como la de ellos. Todo lo demás era un cuerpazo de hembra.
La orgía estaba a punto de empezar.
“¿Cómo lo quieren hacer chicos?” Pregunté
“Bueno, para no esperar tanto turno, ¿puedes con doble penetración anal?” Preguntó uno.
“Por supuesto amor” Acababa de pasar casi una hora siendo cogida por una docena de vergas; a estas alturas podía meterme de todo por el culo.
Para eso le pedí al más pingón de todos que se eche boca arriba en el colchón; lo quería metido todo el tiempo. Ese tipo, digamos que se llamase Cesar, tenía una verga del grosor de una lata de coca cola, un monstro. ...