El nuevo escuadrón de porristas, el maravilloso anillo
Fecha: 04/02/2022,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Acertijo, Fuente: CuentoRelatos
... que su captor se acercara a ella. Ese chico pervertido probaría el fruto del entrenamiento que para ella había sido perseguir al Pikachu del bobo por 6 regiones distintas, por lo que decidió empezar con una fuerte patada en su entrepierna, sin embargo su cuerpo no respondía en absoluto.
—Excelente. Ahora quiero que me hagas un striptease muy sexy, tienes que excitarme ¿Lo entiendes Jessie? —ordenó Gary después de soltar una carcajada de felicidad al ver que por más que lo intento la mujer era incapaz de desobedecerlo
— ¡Ni lo sueñes niño! ¡YO JAMÁS HARÉ ESO! —contestó la mujer haciendo una mueca, mientras que una furia inconmensurable se reflejaba en sus ojos. Pero su cuerpo se levantó del suelo y sin que ella pudiera controlarlo sus caderas comenzaron a moverse de manera muy sensual.
“¡¿Que clase de horrible pesadilla es esta?!” pensó la mujer, quien comenzó a estirar sus brazos al igual que una bailarina y se quitaba sus guantes para jugar un poco con los delicados hilos de color carmesí de su mojado cabello.
— ¡NO SE QUE ES LO QUE ME HAS HECHO NIÑO! ¡¡¡PERO TE JURO POR ARCEUS QUE TE MATARÉ!!! —gritó Jessie con la vana esperanza de que alguien pudiera escucharla, mientras que sus manos, que ignoraban por completo sus órdenes, bajaban hacia sus suculentos pechos y los recorrían lentamente, apretándolos entre ellos y levantándolos mientras se quitaba su camisa blanca.
— ¡YA BASTA! ¡DETENTE DE UNA BUENA VEZ! —ella continuó gritando con desesperación, pero no ...
... solo para detener aquella tortura sino también para ocultar la creciente excitación que sentía al tocar sus perfectos pechos. Después de todo cualquiera que la conociera un poco sabia lo orgullosa que ella se sentía de su cuerpo.
Unas lágrimas de furia comenzaron a surcar el bello rostro de Jessie mientras ella se despojaba de su camisa, y sus manos se dirigieron hacia sus bien torneadas piernas, acariandolas de manera muy lenta y sensual.
Muy a su pesar ella terminó volteándose un poco para mostrarle su redondo y bien formado trasero a su captor, mientras se desabrochaba sus botas lentamente hasta quedar descalza.
Al darse la vuelta de nuevo, una mirada de odio puro y un ceño fruncido era la expresión del rostro de la pelirroja, mientras sus manos, que desobedecian todas sus órdenes y volvían a recorrer sus piernas hasta llegar a su abdomen, en dónde levantaron su camisilla negra dejando libres unos espectaculares y redondos pechos talla 95, cuyos pezones ya se encontraban totalmente erectos.
La furia de Jessie ahora convivía con la vergüenza de mostrarse desnuda ante la persona más despreciable que ella había conocido y con la ligera sensación de morbo que le daba que aquel chico no pudiera quitarle los ojos de encima. Mientras tanto sus brazos volvieron hacia su diminuta cintura para quitarse su minifalda y sus bragas de color negro con suma sensualidad y en un inesperado brote de excitación las arrojó en dirección al joven investigador.
— ¡ME DAS ASCO MALDITO ...