1. Mi madre como profesora


    Fecha: 02/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Escritoaburrido, Fuente: CuentoRelatos

    ... hagas esperar y pone el vídeo —suplicó Alejandro
    
    —Está bien amigo, sólo no te desesperes —Dijo Luis
    
    —Les recomiendo que se desabrochen su pantalón porque el show está a punto de empezar —dijo Ramiro
    
    En cuestión de segundos mandó el vídeo, era uno de 15 minutos aproximadamente
    
    No tardé nada en darle inicio, pero justo cuando lo hice casi me infarto amigos, pero dela emoción
    
    El vídeo empezó con una mujer parada justo a la mitad de su habitación, dándole la espalda a quién grababa; no se distinguía nada más allá del cuerpazo de aquella verdadera hembra, porque el vídeo claramente estaba editado, tenía todo borroso a excepción de la mujer bastante apetecible
    
    La cámara se enfocó primero en los chamorros de ella, unos fantásticos y blanquitos, después, subiendo lentamente la cámara se mostraron un par de muslos tan ricos que daban ganas inmediatas de meterse ahí y deslizar las manos a lo largo de estos; después, con un acercamiento a la imagen se vio en primer plano un culazo hermoso y riquísimo, tan grande y bien trabajado cubierto por una braguita rosita, la cual sólo generó que de inmediato yo recordara a mi madre flexionando sus nalgas cuando caminaba. ¡woow! Sin embargo, en cuanto la cámara se enfocó en la parte superior de éstas, pude percatarme ¡de las pequitas distribuidas a los lados!
    
    —¡Pero qué! —Exclamé—. ¡Esto no puede ser! ¿Cómo puede ser posible? ¡Ella no es mi madre!
    
    No obstante no paraba de pajearme
    
    Después se ve a la mujer ...
    ... “distraída” moviéndose a lo largo de su habitación con una sensualidad impresionante, de modo que el vaivén tanto de su rico culazo como muslos era de lo más provocativo
    
    —me tengo que secar estas gotitas de mis nalgas —dijo, pero una extraña voz a otra frecuencia se escuchaba. Acto seguido con un pañuelo se secaba su hermoso trasero
    
    —¿Dónde habré dejado mi blusa? —de nuevo aquella voz rara. Acto seguido se encorvó de manera tan sugerente a levantarla—. ¡Aquí está!
    
    —Ay me pica mi nalguita —se escuchaba. Con su manita se tocaba rascándose, todo esto lo hacía mientras con su otra mano se quitaba la pinza del cabello, dejándolo caer al mismo ritmo, aquel cabello era largo y castaño. Era evidentísimo que aquella ya sabía de la presencia del tipo grabando
    
    De pronto la imagen cambio
    
    ¡Lo había descubierto! Se veía a ella mirándolo sonriente mientras con un dedo le indicaba que pase, no obstante en la parte de sus ojos se veía tira borrosa que encubría la identidad de la mujer
    
    ¡Es ella! ¡No hay duda! pues esa mujer para aumentar mi desdicha ¡llevaba muñequeras verdes!
    
    De inmediato el camarógrafo se acercó, mientras una risita femenina muy aguda se escuchaba
    
    —Te estaba esperando —se escuchó— ahora que por fin llegaste la pasarás en grande.
    
    —¡Pero qué dices! —dije indignado mientras golpeaba el teclado
    
    Lo que tanto has deseando por fin lo tendrás, pero con una condición, tienes que dejar de grabar ¿Entendido?
    
    —¡Pero qué dice mi mamá! ¿por qué? —me preguntaba ...
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