Mi madre como profesora
Fecha: 02/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Escritoaburrido, Fuente: CuentoRelatos
... ¿En serio te parezco sensual?
—Sí mamá, pero no sólo a mí me lo pareces, y ese es el problema, sino también a mis amigos, por eso te pido que no te muestres ante ellos ¡por favor! —dije suplicando
—si ellos saben que eres la maestra me harán burla, no me dejarán de molestar nunca, porque…
¿Por qué? —Preguntó aún con esa sonrisita
—porque son unos pervertidos e irrespetuosos, me han contado que están enamorados de ti
—jajajaja —se carcajeó—. ¿Enamorados de mí? ¿En serioo? ¿Y por qué son pervertidos? —no perdía la sonrisa pícara
—No te vayas a enojar mamá —dije—. Pero los he visto mirándote tus nalgas cuando caminas o corres, cuando te flexionas ¡o incluso cuando brincas!¡Hasta te han puesto apodos!
¿En serio? ¿Cuáles hijo? —preguntó sorprendida
—Los he escuchado decirte “La nalgame Dios” sobre todo cuando tienes que encorvarte para tocar tus tobillos delante de todos
—¡jajaja! ¡Pero qué barbaridad! —exclamó
—¿Y quiénes son tus amigos, cómo se llaman? —preguntó con un poco más de seriedad
—mamá, son tres —dije—. Los conoces, dos son hermanos gemelos, Ramiro y Luis; son altos, delgados y casi rubios
—ohhh sí ¡cómo olvidarlos! son muy lindos y caballerosos —dijo— ¿En serio los has visto mirándome mis pompis?
—Sí mamá —contesté
—¿Quién lo diría? —preguntó con la mirada perdida— de ellos me sorprende mucho ehh
—¿Por qué te sorprende? —pregunté
—Porque siempre han sido muy corteses y educados —contestó—. Siempre se ofrecen para ...
... cargar las cajas de balones o para ayudarme en el almacen
—Sí, ¡pero siempre van detrás de ti! —contesté.
—¡jajaja! —exlclamó—. Pero porque están pesadas
—¡Claro que no! ¡se retrasan para mirarte las pompas! —grité— ¿Acaso no te parece raro que se queden contigo por cualquier pretexto?
—No diga tonterías hijo —Seguro es tu imaginación de adolescente jajaja
—¿y el otro quién es? —preguntó
—El otro se llama Alejandro, es mi mejor amigo —contesté
—Alejandro ehh —dijo mientras meditaba—. Está bien mi niño, no te preocupes, mientras ellos estén aquí no sabrán que existo
—Muchas gracias mamá—dije a la vez que me retiraba del mini gimnasio, pero cuando estaba por atravesar la puerta, giré la cabeza para darle el último vistazo a mi madre. Miré que ella estaba con una alegría difícil de disimular, y ahí, en ese momento, fue que dudé
—¿y si todo lo que me contaron fue verdad? —me cuestione confundido
Más tarde llegaron
—¡Pero qué casa tienes pepe! —dijo Luis.
—¿A poco eres rico? —preguntó Ramiro
—Jajaja, para nada amigos, pero no me quejo, mi padre es un hombre inteligente jeje —me limité a decir
—muy bien, a ver si después de jugar nos vamos a tu jardín o a la piscina —dijo Ramiro
—Sí, no veo el problema —dije preocupado, pero debía aparentar tranquilidad
Alejandro por su parte, miraba los cuadros del corredor; en su rostro se percibía la curiosidad
¿Qué tienes? —le pregunté
¿Por qué la pared tiene marcas de cuadros faltantes?
—Es ...