Una relación con mi prima de lo más ardiente e inolvidable
Fecha: 03/06/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: [email protected], Fuente: CuentoRelatos
... pero una vez superado aquel primer momento todo fue más fácil, los movimientos eran muy suaves y llegue a dejar de moverme un poco para que se acostumbrara, mientras que le acariciaba los pechos y le besaba las espaldas.
Cuando note que estaba más tranquila proseguí con los movimientos hasta que llegaron a ser cada vez más fuertes y rápidos siempre por indicaciones de ella.
―Si, si, si, dame primo, dame, offf, aagg.
Le sujetaba por la cintura mientras le embestía con gran fuerza, vi que con unas de sus manos se acariciaba su conejo y sin dudarlo empecé a frotárselo, fueron varios minutos que jadeamos como nunca lo habíamos hecho, del desgaste las piernas se nos doblaban a los dos, ya podía sacarla y volverla a meter entera y ello nos proporcionaba un placer increíble, al poco comprobé que había llegado a otro orgasmo.
Su cuerpo estaba inmerso en una serie de espasmos y convulsiones de placer
Creo que le dio rabia volver a tener un orgasmo antes que yo, se dio la vuelta, se puso enfrente de mí y de un salto se subió encima de mi agarrándose a mi cuello, yo con una mano la sujete y con otra prepare mi rabo para penetrarle su incansable conejo, que estaba muy húmedo.
Una vez dentro empezó a ...
... moverse como una loca y mirándome con unos ojos de lascivia increíbles para ver mi reacción, podía ver como mis ojos perdían el sentido y me besaba por momentos, dándome pequeños mordiscos en los labios.
Yo sabía que no podía aguantar más aquella postura porque mis piernas no eran capaces de seguir, la apoye un par de veces contra la pared propinándole fortísimas embestidas que le encantaban y pedía más y más...
No pudiendo proseguir con aquello me aproxime a la cama y caímos los dos, pero ella no quería parar hasta ver cómo me corría y siguió encima de mi moviéndose y haciendo que no parará de penetrarla, tenía una cara un tanto de loca posesa...
De pronto paro, se levantó y se puso de espaldas a mí de rodillas, se la volvió a meter y con las piernas subía y bajaba, yo intentaba no correrme para que aquello no parase nunca, pero fue tanto su empeño que no pude más y se le dije que me iba a correr, ella entusiasmada se dio la vuelta, me propino un par de sacudidas con las manos, se puso en la trayectoria esperando mi semen, cuando me corrí solté un grito y ella a recibirlo por todo su cuerpo otro igual.
Para cuando se fue eran aproximadamente las 18:30.
Este encuentro fue el mejor que tuve con ella.