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Un dia de suerte
Fecha: 03/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Eros33, Fuente: xHamster
... eyacular, pero pellizcandome en lamano, hasta casi sangrar, pude evitar la catastrofe, o al menos posponerla.Comenzó a masajearme mientras me besaba por debajo de lo queya se asemejaba a un mastil, mordisqueandome de cuando en cuando los testiculos.Despues se intridujo mi sexo en su boca y comenzo a succionar con una intensidadque me dejó casi sin respiración. Cuando estaba a punto de rendirme antesemejante ataque, cuando ya creia no poder mas, se detuvo. Aun sonreía.Arrodillada todavia se dio la vuelta ofreciendome la visión más maravillosa querecuerdo y se dejó caer sobre las palmas de sus manos.Volvió su cabeza por encima del hombro derecho y me miró conuna mezcla de furia y deseo que me hizo saltar como un resorte y lanzarme sobresu espalda cual depredador muerto de hambre. La penetré con furia, sin saber niproecuparme de cual de los maravillosos agujeros que me ofrecía habia sido elelegido. Y seguí penetrandola con fuerza hasta que la oí por primera vez,gimiendo y gritando. Se arqueó su cuerpo con un grito inmenso de placer justo uninstante antes de que reventase la presa que retenía mi liquido vital, inundandosus maravillosas estancias.Caimos ambos sobre la arena, yo sobre ella, todavia sinabandonar su cuerpo. Al rato con un suave pero firme movimiento me movió haciaun lado, se puso de pie y, sin mirarme se dirijio hacia sus cosas, las recogió yse fue.Yo no pude hacer otra cosa que mirarla y memorizar su cuerpo y su forma decaminar, sabiendo que seguramente no volveria a verla.He vuelto en alguna ocasión a esa cala, y debo reconocer quesiempre intento seguir el mismo ritual, pero hasta ahora nada. Si hay suerte oslo haré saber.