Me encuentro al que me folló en la casa abandonada
Fecha: 03/06/2018,
Categorías:
Sexo Virtual,
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
Ese día había bajado al centro de la ciudad donde vivo (La Coruña), iba salido y con ganas de que me dieran por el culo. Había ido por la tarde a los aseos de cuatro caminos y de la calle Fernández Latorre, como no había tenido suerte, decidí bajar hasta el centro de la ciudad, dispuesto a encontrar quien me diera por el culo. Llevaba el culo que me hervía de la calentura que tenía, estaba dispuesto a dejar que me follara el primero que me lo pidiera, no miraría si era viejo o joven, guapo o mal parecido, el primero que quisiera darme por el culo, iría con él; esto siempre lo pensaba cuando andaba caliente y salido como ese día, pero luego siempre esperaba a encontrar algo que me gustara, a no ser que diera con algún lanzado que no te daba tregua, y terminaba follándome; y eso fue más o menos lo que me pasó ese día.
Al estar llegando a la plaza de Orense, crucé hacia la acera que iba hacia los jardines de Méndez Núñez, de esa manera me daba menos reparo cruzar hacia ellos, ya que era como si saliera del puerto. Seguí por la rosaleda, y entré en los jardines de Méndez Núñez. Sabía que aún era algo temprano; serían alrededor de las 10 de la noche, pero llevaba una calentura y ganas de ser follado, que me hacía perder toda la timidez que tenía.
Nada más entrar en los jardines, ya tuve suerte, me había tropezado de frente con el hombre que me había dado por el culo en una ocasión, en la casa abandonada que había junto al viaducto, no hacía mucho tiempo. Nada más verme ya ...
... me saludó, Hola, me dijo acercándose a mí. Cuanto tiempo sin verte, ¿te acuerdas de mí?
Sí, le contesté; claro que lo recordaba, me había dado por el culo en aquella casa abandonada que había junto al viaducto, y que rico me había sabido; me había puesto colorado como un tomate sin saber que decir, por lo que nervioso cómo me estaba empezando a poner, saqué el paquete de tabaco encendiendo un cigarrillo, a la espera de que él continuara con la conversación.
¿Entonces hoy que milagro verte por aquí? Decía él al ver mi nerviosismo y enrojecimiento.
Me encogí de hombros, contestándole que dando una vuelta.
¿Tienes dónde ir? Me preguntó a la vez que nos poníamos a caminar despacio los 2 juntos.
No, no tengo a donde ir, le contesté, esperando que él tuviera donde llevarme, o al menos supiera de algún lugar donde me pudiera follar.
Ven, dijo agarrándome de la mano y tirando por mí, metiéndonos entre unas cañas de gramíneas que había en los jardines, donde empezó a meterme mano.
Dios, ni tiempo me dio a reaccionar, ya me había metido entre aquellas cañas que supuse eran gramíneas, y se había abalanzado sobre mí. Me sobaba el culo y agarraba la polla por encima del pantalón, manoseándome sin parar. Echó mano al cinturón aflojándolo, me desabrochó el pantalón, mientras yo le decía que allí no, que era temprano y aun había mucha gente. Cuando me di cuenta, ya me estaba bajando el slip y pantalón por las rodillas. Me agarró la polla empezando a menearla, mientras me ...