La Hermana Mayor que todos Compartimos
Fecha: 20/07/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Sexo Interracial
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... nada te la meteré.— Recuerda que me prometiste que no la meterías.— Lo recuerdo.— No la metas —suplicó sin ser capaz de mirarme a los ojos.— Esta fuera.— No la metas… —repitió soltando un gemido, consiguiendo motivarme más.— Esta fuera —La tranquilicé mientras agarraba mi polla y, posando el extremo de mi glande en su orificio, comencé a restregarlo contra este con suavidad, poco a poco descendiendo más mientras me masturbaba subiendo y bajando el prepucio.— ¡¡Ufff!! No la metas… —Suplicó mientras yo apuntaba el extremo de mi polla contra su orificio tras acomodar mis caderas, ella gimió levemente en consecuencia—. Me lo prometiste Goliat. No las metas.La tenía agarrada por el cuello, pero ella agarró mi verga para asegurarse de que no lo metía. Su mirada desafiante me transmitía deseo, el temblor de su cuerpo evidenciaba su necesidad, la humedad que impregnaba nuestras zonas genitales nos preparaba para lo que estaba por venir. Yo notaba sus tiernos labios vaginales rozando con la punta de mi mástil. Había llegado el momento.— ¿Qué pasaría si te la metiese? —pregunté acercando mi cara a la suya, sin llegar a tocarnos.— Recuerda lo qu…— Te he hecho una pregunta. ¿Qué pasaría si te la metiese ahora?— S-Se sentiría muy bien —confesó, bajando la mirada. Yo quería tener un primer plano de su rostro para cuando la penetrase.— ¿Cómo te sientes ahora?— Obligada —dijo mordiéndose el labio inferior—. Forzada —Se corrigió mirándome de nuevo a los ojos—. Recuerda que me prometiste que ...
... no la meterías.— Solo me estoy masturbando —Me excusé y, en consecuencia, comencé a frotar mi falo sutilmente. A ese froté añadí unos empujones casi imperceptibles, noté como pese a las manos de ella procurando que no entrase, comencé a meter milímetro tras milímetro.— ¡Ahhhh! —Gimió mientras se mordía los labios de nuevo.— No te muerdas los labios, no sabes la excitación que me provoca —dije, di otro empujón metiendo unos dos o tres centimetros mas de glande. Ya debía tenerlo todo enterrado en su coño.— Me la estas metiendo… —Me reprochó—. Tengo que mordérmelos para no gritar.— Muerde entonces, no quiero que te oigan.— P-Por favor… No.Reanudé el frote metiendo y sacando el glande levemente mientras ella negaba con la cabeza sin dejar de mirarme, la verdad es que tenía el coño tan mojado y abierto que me estaba costando no meterla pero quería alargar esta sensación un poco más.— M-Me lo prometiste.— Muérdete los labios —ordené sin dejar de mirarla a los ojos.— ¿Y sí no lo hago? —preguntó desafiante.— ¿Quieres que te oigan?— No… Pero si me los muerdo… —Yo negué con la cabeza, ella se mordió los labios. El momento que tanto había esperado había llegado. Mis caderas cogieron carrerilla retrocediendo hasta que detuve la marcha atrás, ella abrió mucho los ojos suplicándome con la mirada que no lo hiciese pero yo la empalé de una sola embestida.— ¡¡Hmmmmmmmmm!! —Sus ojos se pusieron en blanco de gusto al recibir casi todo mi miembro por fin—. ¡¡Ahh!! —gimió dejando de morderse los ...