Manuela (06)
Fecha: 04/06/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
"¿Se puede?; Consuelo, ¿estás en casa?. Voy a entrar, soy Charo".
Me despiertan las preguntas medio gritadas en la planta baja. "¿Quién es?, Consuelo se marchó anoche. Un momento, ahora bajo".
Consigo anudar una bata que es corta para mí y bajo las escaleras intentando despertar. "Hola, eres su prima, creo. Me llamo Luis".
"Hola. Vivo aquí al lado. Mi prima me contó que te quedas en la casa, pero no me dijo que se fuera a marchar tan pronto. Venía a tomar un café y a charlar con ella":
"Deja que me vista y nos acercamos al bar de la otra calle. Tengo hambre. Arriba hay unas letras de Consuelo para ti, las bajo ahora."
Mientras devoro un bocadillo, Charo lee con atención los folios que le ha dejado su prima. Los guarda con expresión que me parece divertida y pasamos a hablar de Consuelo, de anécdotas de adolescencia, de la época de estudios; en realidad, lugares comunes para romper el hielo. No puedo evitar fijarme en ella con detenimiento y quizás descaro, es guapísima, preciosa, verdaderamente hermosa.
"Te estoy observando y la verdad es que no os pareceís fisicamente en nada tu prima y tu".
"Somos primas lejanas, nos llevamos pocos años y estuvimos muy unidas de adolescentes. Supongo que a ti te gusta más ella, como a casi todos. Siempre he tenido celos de sus impresionantes tetas y de jovencita era verdadera envidia por el éxito que tenía entre los chicos".
"Se hace difícil pensar que tu no tengas éxito con los hombres, eres tan guapa y estás tan ...
... bien. Eres impresionante, la mujer más guapa y atractiva que he visto nunca".
"Gracias, tengo demasiado éxito en ocasiones. Te ruego que no seas original y no digas eso que constantemente me repiten de que soy una especie de Naomí Campbell con rasgos europeos. Los hombres parece que sólo os fijais en las mujeres especialmente llamativas de las revistas de cotilleo y no deja de ser un coñazo sentirse siempre, a todas horas y en todo lugar centro de todas las miradas, aunque es verdad que me encanta sentirme admirada".
Para qué mentir, esta treintañera morena, más bien alta y ojos negros grandísimos es la mujer más guapa y atractiva que he conocido en toda mi vida. Verdaderamente impresionante, sobre todo porque es agradable, simpática, inteligente, culta ... Llama la atención en todos los sentidos (es verdad que se parece algo a esa famosa belleza) y desde luego, ¡qué buena está!. Van pasando las horas, ya hace mucho que nos pasamos a las copas largas y tras la anochecida el frío se nota más de la cuenta.
"Vámonos a casa, quiero encender la chimenea y tengo que dar de comer a mis perrillos".
Ir por la calle detrás de esta mujer fijándote en el movimiento continuo de sus caderas, culo y largas piernas es un ejercicio de masoquismo al tener que contener las ganas de agarrar, coger, besar, abrazar, morder, ... Maravillosa. Los perrillos son dos mastines más grandes que yo que se deshacen en gemidos y ladridos con los mimos y cariños de su ama. ¡Qué envidia!.
"Prepara ...