1. Marcela, una aventura en el Oeste


    Fecha: 03/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: mariox, Fuente: CuentoRelatos

    En los primeros días, mucho antes que Internet alcance la masividad que hoy tiene, fui descubriendo de a poco el mundo de los chats telefónicos. Por si no recuerdan o conocen el mecanismo, es algo así: llamas a un número, escuchas presentaciones de personas (mujeres en mi caso), presionas 1 para enviar un mensaje... y te sentas a esperar que algún día... alguna conteste. La suerte fue diversa. A veces respondían, la mayoría no. Y una de las que respondió fue Marcela.
    
    Ella, casada como yo, había ingresado al chat por aburrimiento. Un poco menor en edad que yo y más alta, con algunos pocos kilos de más según decía y una voz muy sensual, nos fuimos contando nuestras cosas y de a poco nos conocimos.
    
    Los contactos se hicieron más frecuentes y las ganas de conocernos fueron en aumento. Así... comenzamos a planear el encuentro que, luego de dos intentos que tuvimos que cancelar, le ponía más adrenalina a la conversación.
    
    El tercer intento seria en su oficina ubicada exactamente en el otro extremo de donde yo me encontraba. Es decir, partía de un suburbio en la zona este de la ciudad, la atravesaría y finalmente, algunos kilómetros después llegaría a su oficina en la zona oeste. Era complicado, bastante tiempo de viaje en hora pico y además, ella no disponía de otros momentos.
    
    ¿Justificaba esa voz tal recorrido? ¿La cita a ciegas lo valdría? Dude mucho pero acepte...
    
    Salí un rato antes del trabajo alegando un trámite, cargue la dirección en el GPS y allá fui. ...
    ... Efectivamente, era complicado llegar, el transito indicaba cada vez más tiempo de recorrido y me quitaba tiempo para estar con ella. Pero un imprevisto golpe de suerte despejo la maraña de autos y pude tomar un poco más de velocidad. Estuve a punto de desistir pero... seguí adelante.
    
    Todo esto parece un poco extraño en tiempos de Whatsapp, una selfie hubiera disipado dudas y la decisión hubiera sido más fácil. Pero recuerden que los celulares y las App no existieron siempre. Así era en los viejos tiempos... los mayores me entenderán...
    
    Casi a horario llegue a su oficina, estacione frente a su puerta y toque el timbre. Era una bonita oficina: un ventanal dejaba ver la recepción que tenía un par de sillones para hacer más amena la espera y un divisorio separaba la recepción de la oficina en sí. Ese lugar era muy clásico: muebles con biblioratos, un escritorio y tres sillas, dos de un lado y una del otro. El detalle es que se podía ver muy bien la recepción y la puerta de ingreso de blindex pero desde afuera no se distinguía el interior.
    
    Uds. tal vez se pregunten porque describo tan bien el lugar y no a la dama. Pues bien era una mujer en sus 40 largos, efectivamente un poco más alta que yo y tenía un muy bonito cuerpo donde destacaban y mucho sus tetas. Una dama que sin ser súper sexy tenía sus encantos bien puestos.
    
    Me recibió con un beso, cerro con llave (ya no esperaba a nadie más y "terminaba" el día conmigo) y pasamos a la oficina. Me pregunto si quería tomar algo y fue ...
«123»