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Marcela, una aventura en el Oeste
Fecha: 03/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: mariox, Fuente: CuentoRelatos
... a la cocina (minúscula, sin lugar para dos personas) por unas gaseosas. Mientras la charla iba por las presentaciones me acerque a ella hasta, sin dejar de hablar, apoyar mi pecho en su espalda. Obviamente ella no se opuso y las gaseosas tuvieron que esperar un momento. Los botones de su camisa cedieron a mis manos y sus pechos salieron a la luz. Hermosos, con enormes aureolas y pezones que comenzaban a tomar rigidez. Bese su cuello mientras jugaba con sus pezones, ella no paraba de gemir. Ambos estábamos entregados al otro. El siguiente paso no se hizo esperar y como pudimos hicimos caer la ropa de la cintura para abajo, abrí las piernas y empecé a penetrarla. Estaba por demás húmeda y la calentura le pedía más y más... La pequeña cocina no daba para tanto sexo pero ayudo para que pueda apoyarme en la pared y seguir haciendo mía esa hermosa concha. Ella desnuda debajo de la cintura y con la camisa abierta para que las tetas sean libres para bambolearse... El primero no se hizo esperar y acabe con fuerza en ella... ahí me di cuenta que ni tiempo para un preservativo. Un error de mi parte. Ella gritaba y gemía, se movía en todas direcciones encontrando placer en todas... sentí sus líquidos caer por nuestras piernas... nos tomamos un breve descanso para besarnos. Fue en ese momento que sentimos algunos ruidos en la entrada, como si alguien golpeara la puerta pero no le dimos mayor importancia. Ella no esperaba a nadie. Sin embargo, volvieron a golpear y se asomó ...
... para pronunciar la frase que más motorizo a la literatura, a la comedia y al drama: Mi marido!!! Así es. El tipo, que según ella nunca iba a la oficina, no tuvo mejor ocurrencia que visitarla no sé por qué asunto. Y tenía que ser en ese momento. Evalué rápidamente la situación y el diagnostico era solo uno: Jaque mate... estaba perdido. No había más salidas que esa puerta y podríamos decir que estaba acorralado. Un error salvo la situación: no habíamos apagado las luces. De haber sido así ¿qué hacen estos dos a oscuras? Me imaginaba con un balazo en el pecho jajá. Y como desde afuera no se veía muy bien hacia adentro... lo siguiente pasó muy rápido. Ella grito "un momento, ya voy" mientras se acomodaba la ropa. Yo salí de la cocina con los pantalones a medio poner para sentarme en una de las sillas del escritorio, acomodarme los pantalones y hacer un par de "planos" (ella se dedicaba a las remodelaciones de viviendas) con algunos números simulando un presupuesto. Se sentó frente a mí simulando una conversación con un cliente. Cuando los dos juzgamos que estábamos en condiciones pre sexo, ella se fue a abrirla puerta. Aunque yo no escuche la conversación, entiendo que le dijo que estaba con un cliente, que ya terminaba en minutos y que la espere en la recepción. Volvió hacia mí y esperamos unos minutos hablando de "negocios". El tipo hojeaba una revista y yo respiraba profundo para aparentar la mejor normalidad. Redactar este momento llevo muchísimo más tiempo que lo ...