Aventuras en la escuela I
Fecha: 05/06/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Lizardking, Fuente: CuentoRelatos
Hola amigos ¿cómo están? Iniciaré mi relato comentándoles que desde pequeño siempre he sido muy precoz, me han gustado las mujeres y sobre todo me ha gustado observarlas desnudas sin que ellas lo sepan, he tenido muchas oportunidades de hacerlo y nunca he desaprovechado una sola...
Bien, en este relato les contaré sobre las aventuras que tuve en mi escuela cuando estaba en preparatoria, por aquel entonces tendría unos 18 años. Siempre he sido delgado sin tener un cuerpo atlético, pero lo más importante es que soy bastante bien parecido y muy extrovertido, esto me ha ayudado a tener conversaciones con las niñas sobre temas de sexo sin ningún pudor. Mi pene está circuncidado y después de haberlo comparado en alguna competencia en el sanitario de los niños con el resto de mis compañeros, creo que está por encima del promedio en tamaño y en grosor pero nada extraordinario.
Pues bien, la historia comienza un día en el que habían llegado juegos mecánicos a la ciudad, así que varios (mujeres y hombres) nos habíamos puesto de acuerdo en ir a disfrutarlos un viernes saliendo de la escuela. Todos los viernes podíamos llevar ropa de calle, así que ese día especial todos nos vestimos a forma de impresionar a las chicas y obviamente ellas también hacían lo propio. En mi salón por alguna razón las chicas estaban bastante desarrolladas para su edad, sobre todo en sus tetas pues varias de ellas las tenían de un gran tamaño, tanto que muchos de nosotros hacíamos apuestas si nos cabrían ...
... en la mano o tendríamos que ocupar dos para poder rodearlas.
Ese día las chicas parecían haberse puesto de acuerdo en llevar las ropas más reveladoras y sexys que tenían en su guardarropa y en especial dos de ellas, Sandra y Paty, llevaban unos leggins muy ajustados con una blusa que marcaba perfectamente su bra e incluso en algunos momentos de excitación su pezón.
Al verlas no dudé en tratar de pasar todo el día lo más cerca posible de ellas para poder deleitarme observándolas y sobre todo no perder la oportunidad de poder iniciar algún toqueteo con alguna de las dos. Afortunadamente para mí, ellas parecía que ese día les había parecido bastante atractivo pues también hacían lo posible por estar cerca de mí y de subir a los juegos en mi compañía, inclusive saltando turnos para quedar conmigo.
La mejor parte fue cuando subimos a la famosa casa del horror en la cual un carrito recorre el interior de una construcción a obscuras y donde aparecen muñecos y escenas de miedo... el carrito permitía que se subieran 3 personas a la vez y ellas me pidieron que las acompañara en el recorrido. Yo sin dudarlo un solo instante me subí y quedé en medio de ellas. Todos estábamos nerviosos de lo que veríamos, o tal vez era el morbo de poder estar a obscuras y tener nuestros cuerpos cerca, teniendo el pretexto del miedo para abrazarnos. Ellas desde el inicio me abrazaron fuertemente y yo me hacía el interesante diciéndoles que no tuvieran miedo pues estaban conmigo y que yo las iba a ...