1. Una buena amistad


    Fecha: 15/04/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi pensamiento ,D con su media sonrisa dijo”L,no voy a hacer lo que no quieras que haga.Quedate tranquila y goza” y
    
    me metió aquella enormidad
    
    por mi vagina
    
    lo que hizo que se me escapara un grito. Tapándome la boca me dijo "te va a oír la vecina" y me reí pensando en que la vecina también gritaría al ver semejante pene. Me folló divino, sentí que su falo llegaba a lugares donde jamás había llegado nadie, me excitaba mucho escucharlo casi que bramar como un toro cada vez que me empujaba aquel tronco durísimo en mi cuca. Me dio vuelta sin sacármelo y me coloco sobre su cuerpo para que yo lo montara, tuve dos orgasmos deliciosos antes de volver a cambiar de posición poniéndome en cuatro y metiéndolo primero suavemente para ir dándome más duro, De pronto me acaricio las nalgas y las abrió mientras me decía observando mi ano "Tienes un culo muy lindo L, ¿ya te han dado por ahí? “ "¡No! y no vas a ser tú él que me reviente con esa monstruosidad que tienes" le dije pues en verdad no había tenido experiencias anales de ningún tipo y sinceramente no me llamaba la atención, sonriendo me dijo "No haré nada que tú no quieras hacer, pero déjame mostrarte algo" Y acto seguido sentí como su dedo mojado me acariciaba
    
    de nuevo
    
    la periferia de mi ano mientras mantenía su firme pene clavado en mí
    
    cuca mientras lo
    
    movía casi imperceptiblemente. Seguía dándome ese masaje nuevo y encantador mientras me abandonaba a esa nueva experiencia, con una mano me acariciaba la espalda ...
    ... y las nalgas cuando de pronto sentí como su dedo invasor entraba por mi ano virgen, di un respingo al principio pero el placer producido fue mayor. bajé la parte superior de mi cuerpo dejando mi culo aún más expuesto para esas caricias novedosas mientras suavemente era penetrada por su pene y su dedo en mis dos orificios, tuve un orgasmo intenso, inolvidable. Sentía como mis esfínteres se ceñían ante sus visitantes y D preguntaba "¿Te gusta? " me sentía perra, me sentía nueva... no me gustaba, ¡me encantaba! Ese dedo entrando y saliendo de mi culo me enloquecía y fue el preámbulo para que D tuviera su primer orgasmo conmigo. Le pedía por favor que no me lo sacara, aunque sabía que ya el había acabado, lo mantuvo duro unos minutos y aquel dedo seguía su labor hasta arrancarme un orgasmo que jamás había sentido antes. Nos acostamos muy juntos respirando como fieras . Esa noche lo hicimos dos veces más antes de que amaneciera.
    
    Al día siguiente me dolía todo el cuerpo, pero mi vagina y mi ano eran los más lesionados. Me fui a la universidad pensando en que no quería ver a nadie y menos a D y efectivamente así fue por unos días hasta que me lo conseguí de nuevo en los pasillos del instituto. Nos saludamos como si nada hubiese pasado y nos hicimos las preguntas de cotidianidad que se hacen los amigos. Al despedirnos D se acercó a mí y dijo: "No puedo olvidar esa noche, creo que jamás lo haré" y respondí "Sinceramente, yo tampoco"
    
    Han pasado casi 30 años de ese encuentro que ...