1. Estoy segura de haber follado contigo


    Fecha: 21/04/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... demostraban y con suavidad subías por mi cuerpo hasta mis senos abrazándome por detrás como tantas veces yo te había descrito que me gustaba, oí que echabas el cerrojo de la puerta y me sentía nerviosa, pero feliz, te tenía detrás abrazándome con tus manos sobre mis senos acariciándolos por encima de mi blusa, apretándomelos igual que tu pene sobre mi falda.
    
    Unos botones de la blusa blanca fuera y tus dedos buscaban mis pezones por debajo del sujetador que optaste por subírmelo y liberar mis pechos, sin dejarme dar la vuelta me subiste las manos por encima de mi cabeza apoyándolas al final de la puerta, recorriendo mis brazos con tus manos y sentía tu pene rozándose contra mi falda continuamente, apretándome contra la puerta y yo echando y moviendo mis nalgas hacia atrás para sentirlo mejor, tu mano derecha buscaba algo más que mis pezones, buscaba mi sexo y se iba acercando a el cuando se metió por debajo de mi falda, subiéndomela y acariciándome por encima de mi tanga mi vulva mojada y haciéndote sentir en tus dedos mi excitación.
    
    Acariciabas la piel de mis muslos por encima de mis medias, apartando mi tanga y recorriendo mis labios vaginales con tus dedos, tus labios empezaron a morderme y bajar por mi cuello hasta desaparecer, sentía el aliento de tus labios en mi vulva, con tus manos separaste mis nalgas y como la punta de tu lengua me empezabas a lamer y explorar mi vagina, tus dedos agarraron mi tanga por la cintura y fueron deslizándola hacia abajo hasta ...
    ... quitármela por completo y dejarla en el suelo.
    
    Mi excitación era total, había decidido desde hacía tiempo entregarme a ti, había decidido dejarte beber el néctar de mi cuerpo y que penetraras en mí, que atravesara el umbral de mi vagina, quería jadear, gemir y gritar contigo y de momento los primeros jadeos y pequeños gemidos cuando encontraste mi clítoris.
    
    Quería más, pero no me dejabas darme la vuelta, seguía castigada contra la puerta con las manos en alto entrelazadas y notaba como te quitabas el pantalón, seguía castigada, pero con tu pene desnudo sobre mis nalgas, como una niña mala sin poderte mirar me agarraste por mi cintura y me echaste un poco hacia atrás, el castigo se convirtió en premio cuando sentí tu glande recorrer mis labios mojados buscando la puerta de entrada a mi vagina sobreexcitada, húmeda, mojada, pase del sueño a la realidad cuando tu glande atravesó mi portal y con solo tres centímetros me explorabas el interior de mi vagina, notándola tremendamente lubricada para ti.
    
    Del gemido al silencio cuando me ibas metiendo muy despacio todo el pene en mi interior, mi cuerpo poco a poco se despegaba de la puerta hacia ti, ya solo mis brazos estirados sobre la puerta tocándola con las yemas de mis dedos, mi cuerpo en paralelo al suelo y tú agarrándome de los pechos empezabas a entrar y salir de mí, tu pene me regalaba las primeras sonrisas, los primeros gemidos y me hacías volar con cada penetración.
    
    Cada vez que tu pene se deslizaba sobre mi vagina, ...