La amiga de mi amiga
Fecha: 25/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... más osada con los besos y ahora su lengua se atrevía a entrar en mi boca, buscando jugar con la mía y no quedándose pasivamente como al comienzo.
Luego, cuando volvió el momento de dejar respirar a Lin, en vez de volver a su boca, empecé a besarle el cuello, bajando poco a poco hacia su pecho. Ella entonces se puso tensa un momento y dejó de acariciarme, esperando a ver qué hacía yo.
Poco a poco, yo recorría su cuello con mi boca y mi lengua, humedeciendo primero una zona con la lengua y luego soplando suavemente, lo que la hacía estremecerse ligeramente. Pronto aprendió el juego y se preparaba para cuando yo iba a soplar, lo que me hizo cambiar de táctica y simplemente la mordía o la besaba y no hacía nada, saltando a otro sitio.
Eso la mantenía a la expectativa, olvidándose de lo que hacían mis manos, que se acercaban más y más a sus pechos. Entonces, en el momento preciso en que le soplaba en el cuello una vez más, mi mano derecha se posó en su seno izquierdo. Inmediatamente se tensó, no sólo porque no se lo esperaba sino porque sospecho que sentía un poco de vergüenza por el diminuto tamaño de sus tetas.
Efectivamente, cuando puse mi mano sobre su teta, pude determinar que era muy pequeña. No soy un experto en tallas femeninas, pero no llegarían a copa A. A ver, sí había una elevación en el pecho y en el centro de esa elevación habían un pezón, pero no realmente no podríamos decir que Lin tenía tetas.
Obviamente no sólo no dije nada, sino que comencé a ...
... acariciársela por sobre la camisola, especialmente el pezón. Pronto ella empezó a relajarse y a disfrutar de nuevo. Algo así como que el secreto había sido descubierto y nadie se había molestado. Todo estaba bien.
Yo mientras, había dejado de besarle el cuello para subir hacia su boca otra vez, donde me volví a perder por unos minutos, disfrutando de su nueva adquirida proficiencia besando.
Virginia, mientras ya se había decidido a quitarme los interiores y de alguna forma lo hizo sin que yo me hubiese dado cuenta. Bueno, ocupado como estaba en acariciar a Lin, era posible cualquier cosa. El caso es que Virginia se había acomodado en el sofá para meterse mi güevo en la boca y a mamármelo con toda impunidad. En realidad yo no estaba muy de acuerdo con eso, porque con todo el proceso, yo estaba demasiado cerca de acabar y todavía nos faltaba mucho con Lin.
Pero me imagino que Virginia tenía algún plan y como no lo habíamos conversado, me preocupaba que me hiciera acabar antes de tiempo. Así que traté de convencerla disimuladamente con mis manos que no siguiera.
Ella pronto lo entendió y suspendió sus juegos, cambiándose a mis bolas. Así, en vez de meterse mi güevo en la boca, se metía mis bolas, lo que… no estaba seguro de que fuese a funcionar, pero definitivamente era un cambio.
Yo seguía besando a Lin en los labios y el cuello alternativamente mientras le acariciaba el pecho. Ella se relajaba cada vez más y a veces hasta empujaba un poco hacia adelante su cuerpo ...