1. La amiga de mi amiga


    Fecha: 25/04/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... siguió diciendo:
    
    -Me parece que no te molesta mucho la idea. Jajaja. Por lo menos hay alguien aquí abajo que me está diciendo que sí. Jajaja-
    
    Efectivamente ya me había puesto completamente duro y además de que ella había comenzado a acariciármelo con su cuerpo de nuevo.
    
    -¡Ah! No le hagas caso a él- le dije refiriéndome a mi güevo -Él sólo tiene una neurona y la usa sólo para pensar en meterse en cualquier lado-
    
    -¡Yo no tengo problemas con eso- respondió riendo Virginia mientras comenzaba a moverse hacia abajo hasta que pudo agarrármelo con las dos manos mientras bajaba su boca para darle un beso en la punta.
    
    Para luego sugerir:
    
    -¿Y quién sabe? A lo mejor podemos invitarla a participar y le quitamos esa virginidad entre los dos. ¿Qué te parece?-
    
    Luego de lanzarme la pregunta, se metió mi güevo en la boca despacio, bajando y bajando hasta que sus labios llegaron a mi pubis y la cabeza de mi miembro se acomodaba en algún lado en el fondo de su garganta.
    
    -No se..é… -dije con voz un poco temblorosa por el placer que sentía- ¿No será un poco demasiado para ella?-
    
    Luego seguí, en vista de que Virginia no podía contestarme.
    
    -Digoooo… ooohhh- dije gimiendo -Un trío en tu primera vez es como mucho ¿no… oooh?-
    
    Por un rato no seguimos discutiendo el asunto. Virginia se lo había sacado para poder respirar, pero no podía hablar todavía y además, enseguida se lo volvió a meter, pero sólo la cabeza, jugueteando con su lengua.
    
    Después quiso cambiar de ...
    ... suerte y sacándoselo de la boca, me dijo:
    
    -Échate hacia atrás-
    
    Yo me acosté totalmente en la cama y ella se puso de rodillas y caminó sobre mí hasta colocarse en posición sobre mi güevo. Luego lo agarró y poco a poco se fue bajando hasta quedar firmemente empalada.
    
    -Mmmmm- gimió y luego movió las caderas a los lados, como acomodándose. Cuando estuvo satisfecha me dijo:
    
    -No sería realmente un trío… mmmm…. qué duro estás… mmm… Yo sería… mmm… más bien como un coach. Es decir, yo le iría diciendo… mmm… qué hacer o qué esperar. Igual contigo. Yo te… mmmm… no sé porque sientooo que hoy está maaas grande que nuncaaa…-
    
    Luego Virginia continuó:
    
    -Yo te diría… qué debes hacer y… a qué velocidad…-
    
    -¿Porqueee.. no le preguntaaaamos a ella, qué quieeeere hacer?- intervine yo.
    
    Sin darme cuenta, ya había aceptado lo que deseaba Virginia: meter a Lin en nuestra relación. Definitivamente ella sabía cómo convencerme ¿quién podía decirle que no, si la única neurona que te funcionaba en ese momento era la que gobernaba la cabeza del güevo y éste se hallaba profundamente dentro de su vientre?
    
    Por los siguientes minutos, Virginia siguió saltando sobre mi güevo, que salía y entraba de su cuerpo a gran velocidad, pero luego se cansó y se quedó sobre mí, moviendo las caderas adelante y atrás acompasadamente.
    
    -¿Queee te pareceee… si cenamos… cooon ella maaañana?- me preguntó jadeando.
    
    Yo había empezado a jugar con sus tetas, apretándolas y acariciándolas con placer y ...
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