La amiga de mi amiga
Fecha: 25/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... hombros a Virginia y luego le dije a Lin:
-Ven tú también Lin. Me encantaría caminar con las dos muy juntas-
Entonces Lin se acercó y le pasé el brazo por los hombros, apretándola contra mi costado. Ella se dejó abrazar, contenta, y así llegamos al carro.
Allí tuve que separarme de ellas para sacar las llaves y entonces Virginia le dijo a Lin que se sentara adelante con nosotros.
-¿Pero no van a estar muy incómodos?-
-Oh no- respondió Virginia yo me siento en el medio, pero así voy pegada a Armando y puedo acariciarlo de vez en cuando-
-Ah, ok-
Una vez en marcha, Virginia tomó mi mano derecha y se la puso en el muslo, tan arriba como era posible. La corta falda dejaba la mayor parte de sus piernas al descubierto. Mi dedo meñique rozaba con su tanguita, así que, sin dudar ni un momento, comencé a deslizarlo contra su vulva.
Virginia entonces le hizo un gesto a Lin para que viera dónde estaba mi mano y luego le susurró algo al oído.
-¡Oh!- dijo Lin.
-Mira, jajaja- le dijo Virginia riendo y entonces se subió más la falda, mostrándole cómo mi dedo se movía contra su cuerpo. Lin se quedó mirando la entrepierna de Virginia fascinada.
Por un rato seguí manejando así, pero luego a Virginia se le ocurrió otra maldad y aprovechando que estábamos detenidos en un semáforo y no había carros alrededor nuestro, metió sus manos debajo de la falda, se agarró la tanguita y se la quitó rápidamente, poniéndola en su cartera. El olor del sexo de Virginia se regó ...
... por todo el carro. Sin dudarlo, yo puse mi mano sobre su vulva para seguirla acariciando.
Lin siguió mirándola sin saber qué decir o hacer. Entonces Virginia volvió a susurrarle al oído. Ésta le miró primero la cara con sorpresa y luego miró hacia abajo entre las piernas de Virginia Ella había abierto las piernas lo más que se podía en el estrecho espacio y mostrarle a Lin como yo la acariciaba. Luego Virginia tomó la mano izquierda de Lin y la puso sobre la mía, apretándola con la de ella para que sintiera mis movimientos y mientras le acariciaba la vulva y mi dedo medio entraba y salía de su vagina masturbándola con toda tranquilidad.
Como yo seguía manejando, no podía ver mucho la cara de Lin, pero podía oír su respiración y era obvio que estaba muy agitada, nerviosa, pero igual no quitaba la mano del sexo de Virginia siguiendo todos mis movimientos.
Entonces cambié y en vez de meterle el dedo, subí un poco la mano para acariciarle el clítoris. Sentía la mano de Lin sobre la mía y aunque no estaba seguro, sospechaba que ella sabía muy bien lo que yo estaba haciendo.
Virginia se recostó hacia atrás en el asiento y se metió las manos por debajo de la blusa para acariciarse las tetas. Su respiración se hacía cada vez más pesada.
Yo intensifiqué mis caricias pues ya estábamos aproximándonos a la casa de ellas. Virginia respondió a la mayor presión que le hacía al clítoris con mis dedos, emitiendo ligeros gemidos.
-Mmmm…. mmmm… siiii… mmmm…. sigue asi… sigue ...