1. Eres mi putita


    Fecha: 26/04/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... la boca agarrándolo con los dientes. Tras hacerlo, ella se dejó abrir las piernas, y vi que su sexo estaba sonrojado, metí mi lengua hasta tocar su clítoris hinchado, y empecé a formar círculos con mi lengua. Ella apretaba con sus manos mi cabeza, no quería que me despegara de su lugar más preciado. Bebía los jugos que le salían, y ella gemía de un placer intenso. Dijo que parara, que ahora le tocaba a ella.
    
    Yo quedé sentado en el sofá, y ella se puso de rodillas, también en el sofá, con su culito en pompa y apuntando con su boca hacia mi mástil. Abrió la boca y dejó asomar la puntita de su lengua, con la que acarició la punta de mi mástil. Primero acarició con su lengua toda, y después brutalmente se la metió en la boca, hasta el fondo. Agitaba la cabeza con mucha velocidad arriba y abajo, mientras con una de sus manos me aguantaba la verga y me apretaba los testículos. Era un placer intenso que dejé escapar por los suspiros. Al final me descargué en su boca, el semen caliente entró en su boquita a mucha velocidad, Dejando un poco de mí semen calentito qué se esparcía por sus tetas. Tras limpiarme con su lengua los restos de leche y limpiarse sus pechos se sentó sobre mi.
    
    -Estaba delicioso, ha sido lo mejor que he probado en mucho tiempo. -Me dijo.
    
    Sus piernas estaban abiertas, ella sobre mí, no hizo nada más que un gesto hacia arriba y hacia abajo y la penetré entera. Dio unos gemidos de placer que nunca se los había oído a otra mujer. Hizo unos círculos con su ...
    ... cintura para que los dos nos acostumbráramos a aquella penetración. Estábamos ya situados en aquella posición, y ella empezó a cabalgar poco a poco sobre mí. Empezó despacito y continuó como una feroz bestia, como si cabalgara sobre un caballo. Mi miembro se volvía loca, y a la señorita R le empezaron a caer unos fluidos. Mi tridente entraba y a veces se escurría hacia fuera dándome aún más placer. Ella apretaba con fuerza sus piernas y estrujaba su culito, al que yo le agarraba con fuerza.
    
    Ella me agarraba a la espalda, clavándome sus uñas y provocándome unos rasguños. Empezaba a sudar bastante, y yo lamía su sudor con pasión, y volví a mamar aquellos deliciosos pechos. De pronto noté mi verga llena de energía, y un intenso cosquilleo de placer en toda ella. Ella agarro mis hombros con los brazos anunciando su llegada al clímax. Fue todo muy rápido, mi verga descargó todo el semen que quedaba en mis testículos y había entrado dentro de ella. Los dos nos quedamos gimiendo del cansancio y del placer. Estábamos en la misma posición de haber follado pero ella apoyada sobre mí, de aquél intenso cansancio. Pasaron unos minutos cuando se lo propuse.
    
    -¿Quieres que termines lo que hemos hecho?
    
    -Me encantaría.
    
    -Entonces, pon tu culito preparado… -le susurré al oído.
    
    Tal vez le dio miedo aquella propuesta, pero sin decir ni una palabra, se colocó a cuatro patas en el sofá, mostrándome aquél culito tan hermoso que entraba ganas de penetrar. Mi miembro estaba flácida, pero se ...