El hombre de enfrente
Fecha: 01/05/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
¿han pasado una tarde entera mirando llover con una taza de café en las manos?, relajándose, haciendo como que todo en la vida es relativo… así me encontraba yo aquella mañana cuando me despertó el ruido de las gotas al caer, ese olor a tierra mojada y mi mullida pijama me hacían sentir en el cielo, en eso al mirar por la ventana del salón noté que un joven se empapaba en la calle, parecía un poco ebrio y o con resaca, se veía mal, lo supe en cuanto lo ví, tenía el corazón roto, esa combinación es fatal, el alcohol y un desgarrador aguacero no era bueno traer todo eso encima, tomé mis botas para lluvia y mi paraguas, abrí la puerta sin pensarlo.
_ Oye… ¿todo bien?
Él volteó a mirarme, definitivamente el alcohol no lo afectaba más que su dolor interno, mi rostro se llenó de impresión, jamás había visto una persona tan desolada en toda mi vida.
_ Perdón, ya me iba…
Me pareció familiar su voz…
_ No… no creo que seas sospechoso, me pareciste conocido… soy nueva en el barrio, si olvidaste tus llaves puedes llamar un cerrajero desde mi casa.
Lo miré bien de hecho yo lo conocía, cuando me mudé recien él siempre estaba en la casa de enfrente, si mal no recuerdo con su esposa, lo convencí de que entrara y le ofrecí una toalla, seguía un poco distante, así que le preparé un café…
_ Perdón si no tengo ropa qué ofrecerte, no tengo hombres en la casa…
_ ¿no te visita tu novio?
Lo dijo un poco entre dientes… quise evadir la pregunta un poco, me incomoda ser la ...
... solterona de 27 que no tiene pareja…
_ No tengo novio jejejeeee….
Cuando le llevé el café me miró con la misma tristeza aunque ya se veía menos miserable, era un hombre guapo, un sueño, ojos como la miel y cabello castaño oscuro, sus facciones fuerte y una mandíbula que podría quebrar una botella…
_ ¿no es peligroso que le abras la puerta a un extraño?
Mi mente se sobresaltó un poco, me llegó a la mente el instinto de supervivencia… me incomodé un poco…
_ No te preocupes, no voy a hacerte daño - dió un sorbo a la tasa - Gracias por el café…
_ Yo quise pensar eso - me sonrojé - por alguna razón te veías muy solo allá en la lluvia y no quise que te perdieras en ti mismo, parecía como si quisieras diluirte en el agua en cada gota…
Nos quedamos en silencio mirando mutuamente, jamás olvidaré esos ojos, se me clavaron en la mente como dagas de oro, después de ese momento la lluvia comenzó a arreciar, y yo no pude sostenerle la mirada, sentía que si volvía a mirarme así yo caería en una especie de embrujo, conversamos un rato, cuando la lluvia se volvió un poco tenue se levantó dejando la taza de café vacía en la mesa de la sala.
_ es hora de que me vaya… de nuevo gracias - no sé qué me impulsó a hacerlo, o retuve, presioné su brazo contra mi pecho fuertemente sin pensarlo y le pedí
_ No te vayas - se me hizo un vacío en el corazón como si un nudo se estuviera apretando tratando de retener algo - todavía llueve…
Él me miró extrañado y como si yo fuera una ...