1. No pude aguantarme con este feo


    Fecha: 04/05/2022, Categorías: Infidelidad Autor: cata, Fuente: CuentoRelatos

    ... de malo. Entonces fui y le dije a Felipe que aceptaba ir. Él me dijo OK.
    
    De noche, al salir, lo seguí a los estacionamientos pensando que el local estaba en esa dirección. Pero era porque Felipe tenía ahí su auto.
    
    -¿Felipe, andas manejando? -Le dije.
    
    -Sí, todos los días vengo en auto a trabajar.
    
    -¿Y piensas beber cerveza y luego conducir a tu casa? No me parece una buena decisión.
    
    -La verdad es que había pensado en eso. ¿Podemos entonces ir a mi departamento y luego te pido un Uber que te lleve a tu casa?
    
    -mmm creo que es mejor… más seguro. -Dije. Pero yo no estaba segura de hacer lo correcto.
    
    Así fue como nos fuimos a su departamento. En el camino Felipe pasó a comprar unas latas de cerveza y también encargó una pizza. Él vivía en un antiguo departamento ubicado en una tranquila zona de la ciudad. Su sala de estar era agradable y al poco rato ambos ya estábamos conversando y riéndonos muy a gusto en el sofá. No sé si fue la cerveza o la música de los 70s y 80s que sonaba de fondo. Las cosquillas que me provocaba su conversación iban en aumento. Me dejé llevar por la agradable sensación y mientras tanto Felipe estaba más cerca de mí.
    
    No es atractivo, pensé. Yo no había bebido más de dos latas pequeñas, así que no estaba ebria. Pero estaba notando que me estaba poniendo algo caliente. Felipe, cómo si lo hubiese olfateado, se acercó más y comenzó a besarme lentamente. Suavemente. Yo le respondí. Nuestras lenguas luchaban de manera exquisita y gustaban ...
    ... de nuestras salivas. Él a veces dejaba de besarme en la boca para pasar a besar mi cuello y hombros. Yo no estaba pensando muy claramente a estas alturas. Su boca buscó mis senos y yo le facilité la labor para dejarlos libres frente a su cara. Él los devoró y yo sentía que abajo mi vaginita ya estaba lubricando como una campeona jaja.
    
    Felipe me llevó a su cuarto y sobre su cama me desnudó. Se sacó también él la ropa y pude ver su pene largo y delgado, que me llamó la atención pues era algo negro comparado con el de mi novio Alan. Pero me gustó. Felipe comenzó a comerme entera. Las piernas, los muslos… cuando sentí su aliento caliente sobre mi vagina yo tenía que luchar para no poner los ojos en blanco y gemir como una cualquiera. Yo mordía la palma de mi propia mano para comportarme con decencia. Me lamió toda la concha y yo botaba líquidos casi como una llave del lavamanos. Qué vergüenza. Pensé.
    
    Tenía muchas ganas de chuparle el pene pero Felipe no me dio la oportunidad en ese momento, pues separando mis piernas de manera exagerada, dejando toda mi vagina expuesta ante él, se acomodó frente a mí y afirmó su glande en mi entrada mojada. Yo quería sentirlo dentro de mí. Pero él refregaba su miembro por toda mi vagina y sólo metía de vez en cuando su cabeza. Yo estaba delirando y casi no me conocía a mí misma mientras iba balbuceando incoherencias. Estaba sorprendida de lo que me estaba pasando. Pero yo no podía analizarlo en ese instante. Después lo haría.
    
    -Entra, por ...