1. El secreto de Karina


    Fecha: 05/05/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tiempo, desde hacía diecinueve años que había tenido el desliz con Javier, y después de eso, ante varios intentos tentadores de él, pudo resistir estoicamente. Luego él se mudó a San Luis y todo fue más fácil.
    
    Cuando la saludó con un beso antes de ir a dormir, le susurró al oído “estás más buena que nunca”. Esto indignó a Karina, porque su marido estaba muy cerca y podía haberlo oído, además, cómo podía ser tan descarado. Javier siempre fue tan amigo de ella como de Martin, y sin embargo el visitante no dudaba en intentar seducir a la esposa de su amigo en su propia casa. Siempre fue un tramposo, pensó. Esta certeza hizo que se sienta decepcionada y se aferró a eso para no caer en la tentación.
    
    Una vez en la cama se desnudó y se abalanzó hacia su marido.
    
    — Cogeme como a una puta. — le pidió.
    
    Martín se sorprendió, nunca le había pedido algo así, y en todo caso, no terminaba de comprender cómo creía ella que se cogían a las putas. Pero le siguió el juego: la dio vuelta bruscamente, y la penetró con violencia, sin preocuparse por el goce de ella, agarrándole de los pelos, haciéndola gritar. Ella disfrutó de la salvaje cogida, y trató de convencerse de que no necesitaba otro macho que no fuera Martín. Pero estando boca abajo, con la cara encima de la almohada, imaginó varias veces que estaba siendo penetrada por Javier.
    
    Para Brenda tampoco pasó desapercibida la visita del amigo de sus padres. Lo recordaba de cuando era chica, que la subía a sus rodillas y le daba ...
    ... muchos besos en los cachetes, por ese entonces enormes. Mientras cenaban, más de una vez se imaginó en las rodillas de Javier, sintiendo su miembro en las nalgas. Lástima que ya estoy grandecita, se decía.
    
    Le gustaban los hombres maduros. Sus amigas la convencieron de que en la cama eran mejores que los pendejos de su edad, porque tenían experiencia y sabían qué cosas les gustaba a las mujeres y cuándo hacerlas. Además, Javier era muy fachero: a sus cuarenta años tenía un físico imponente. Era de esos tipos seguros, que sabían un poco de todo y siempre decía la palabra justa en el momento oportuno. Y ese pelo gris, lejos de hacerlo parecer viejo, le daba un atractivo extraordinario, y combinaba perfecto con sus ojos azules. Esa noche, mientras escuchaba a sus padres gemir en la otra habitación, llevó su mano por debajo de la bombacha y se masajeó hasta acabar, casi al mismo tiempo que su madre.
    
    Javier estaba arrepentido de ir a visitar a sus amigos. Desde que había ido de Buenos Aires comenzó a sentirse una mejor persona. En realidad, siempre lo fue. Pero Karina, sin darse cuenta, lo pervirtió. Desde que tiene memoria sintió lujuria por esa mujer, y cuando se enteró de que era la novia de su amigo ya era demasiado tarde. Un día fue a llevarle a Martín un bolso que quedó en prestarle para las vacaciones que iba a hacer con su novia. En ese tiempo ya llevaban un año en pareja, pero la atracción que habían sentido antes de saber que ambos conocían a Martín seguía latente, y ...
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