En su casa, a escondidas - Relatos Eróticos

En su casa, a escondidas

Ya les había contado sobre la chica que conocí en la heladería donde trabajo, que por cierto la llamaré Gina, a la cual en principio fui porque necesitaba el dinero, pero lo que obtuve fue totalmente diferente, ella y yo con una historia oculta que hasta ahora solo había pasado dos veces.

En resumen, después de unos días de haberla conocido tuvimos nuestro encuentro sexual allí mismo, en nuestro lugar de trabajo, y no pasó no media hora y volvimos a hacerlo antes de salir a nuestras casas, fue bastante increíble.

Ese mismo día ella me invitó a quedarme en su casa, la mía quedaba muy lejos y además ya era bastante tarde, en vista de eso decidimos tomar un taxi a su casa, eran como 45 minutos de viaje, pero valió la pena, allí comienza este relato.

Subimos al taxi, ambos en los asientos de atrás, estábamos muy agotados, ella me escribió la dirección en un papel para ir dirigiendo al taxista, después de 15 minutos en la carretera ella se estaba quedando dormida, le pedí que se recostara con su cabeza en mis piernas y así lo hizo, aunque no dormía, bueno no del todo, parecía estar como en la primera fase del sueño, esa en la que cualquier cosa te podría despertar, yo casi instintivamente la besé en los labios y después de otros minutos más comencé a tocar y masajear sus grande tetas, por un momento dejé de hacerlo, pero ella me tomó la mano y la colocó de nuevo en sus tetas, pero esta vez por debajo de su camisa y comencé a jugar con sus duros pezones, comenzó a ...

... respirar de manera agitada, a excitarse.

Ya quedaban solo 15 minutos para llegar a su casa, ambos estábamos con ganas de coger, y lo hubiéramos hecho allí mismo, ella tomó la mano que yo tenía en sus tetas y la colocó en su vagina por dentro del pantalón y comencé a frotarla, estaba muy mojada así que metí uno de mis dedos dentro y luego dos, comencé a masturbarla de manera rápida hasta que subió sus rodillas apretando fuerte y vi como su pantalón se empapaba, había tenido otro squirt en el taxi, saqué mi mano y al rato llegamos a su casa, le pagué al taxista y nos bajamos rápidamente como si nada hubiera pasado, por suerte no había mojado los asientos o el piso del auto.

Ella abrió la puerta de su casa y ¡oh sorpresa!, la recibieron sus dos hijos, y su esposo la saludaba desde lejos, se le notaba el pantalón empapado, pero ella tomando la iniciativa dijo:

-Tenía un envase de agua y se me derramó en el taxi, voy a cambiarme.

Y subió a su habitación, yo aún tenía la erección y pregunté si podían permitirme usar el baño, me dijeron que el principal estaba en remodelación por lo que usaría el de arriba así que subí, al terminar la escalera era un largo pasillo y al final estaba el baño, mientras iba caminando recordé como Gina y yo cogimos en el pasillo de la heladería, de pronto salió Gina de su habitación, se había puesto una falta que le llegaba hasta las rodillas:

-Voy un momento al baño

Le dije, a lo que respondió:

-Ven al de mi habitación, tiene agua, incluso ...