Orgasmo anal travesti
Fecha: 08/05/2022,
Categorías:
Transexuales
Autor: GenovevaSexy, Fuente: CuentoRelatos
... al techo y colocando mis manos en sus rodillas, lo que provocó que me entrara su miembro mejor. Me penetraba una y otra vez. Decidí cambiar y roté como una tuerca sobre un tornillo de carne, de modo que ahora ya no lo veía a él sino a sus pies. Mientras me giraba, sentí como todo adentro de las paredes de mi recto se estimulaba con ese manjar de hombre dentro de mí.
De repente, él me tomó de la cintura y sin sacármela me puso boca arriba en la cama. Mis piernas pasaron por arriba de sus hombros y su cabeza. Me acercó hacia él y me besó. Se separó y paró en el piso haciéndome a la orilla de la cama. Mis pantorrillas estaban en sus hombros mientras seguía entrando y saliendo de mi culo convertido en concha de mujer. Fueron 78 largas metidas de polla las que me dio así.
Dobló mis piernas, me empujó y se subió a la cama. Parecía yo una pollita sin plumas desnuda que estaba lista para ser comida y me estaban comiendo ya. Sin dejar de darme, comenzó a hacerme la paja. Estaba tan rico, tan caliente, empapados los dos en sudor copioso. Gemía y jadeaba sin cesar gritándole de placer. No pude más, de mi insignificante pene a medias erecto comenzó a brotar semen y más semen. Nunca había visto que me saliera tanto.
Tomó mi semen con sus manos y me lo esparció por el pecho, por la cara, por las orejas, las mejillas y el cabello. Tomó un poco más del que quedaba sobre mi vientre y lo vertió en mi boca y lo enjuagué con mi lengua caliente. Se acercó a mi tomando la postura del ...
... misionero mientras continuaba penetrándome y me besó. Nuestras lenguas ardían de deseo.
Lo abracé con mis piernas y con mis brazos, podía ver mis pies con medias en aquellas lindas sandalias de mujer sobre su espalda. Me empezó a dar verga más rápido y profundo. -sí, sí, sí-, dije incontrolable. Mi pelvis comenzó a dar movimientos enloquecidos de arriba hacia abajo, toda mi piel se erizó. Nuestro beso era profundo y su lengua llegaba a mi garganta. El aceleró aún más. Se electrizó mi pene, mis huevos y el perineo. Cuando la electricidad llegó a mi ano, enloquecido comenzó a dar espasmos, se abría y cerraba frenéticamente y le apretaba el miembro que luchaba por entrar y salir de él. Grité más, los espasmos se volvieron demasiado. En un momento sacó su verga de mí, rápidamente se quitó el preservativo y entró de nuevo, aprovechando que el espasmo le había dado espacio. Me dio pija mas rápido y más y más y más, eyaculé nuevamente mientras a la vez tenía mi primer orgasmo anal y él, en un grito triunfal de hombre sobre una nena travesti que era yo, acabó en un orgasmo irreprimible. Sentí la potencia de sus siete chorros dentro de mi recto, cada uno acompañado de una penetración más profunda, pero a la vez mas espaciada. En la séptima metida, me besó rico con lengua y finalmente se desplomó sobre mí. Sentí todo su peso deliciosamente. Luego se hizo a un lado y ambos nos sumergimos en un sueño profundo por el cansancio de esta maratón sexual travesti y hombre.
Pasaron quizá unos ...