1. Deosamo: Mala Jornada


    Fecha: 20/07/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... años; y a tantos otros más que había alejado de su vida, incluido Gifth, por ser demasiado orgullosa. No lo hizo, tú te lo buscaste. Recuerda. Ahora su incertidumbre estaba siendo reemplazada por el desconcierto, y por algo más, aunque no era consciente de ello en ese momento. ¿Lo hice? Era extraño, hacia una media hora salía furiosa y perturbada de la Estación por pensar que ese gordo había abusado de ella, pero ahora se daba cuenta de que no estaba enojada con él por eso. Ni siquiera estaba enojada con él. De hecho, no sabía porque había estado tan enojada e irritada. Fue porque tuviste un mal día. Es cierto, desde que se levantó adolorida de la cama había visto cómo su día marchaba de mal en peor. Gracias a la Capitana Sanders, el ejemplo viviente de la ética y la moralidad. Y la obsesión al trabajo y la frustración sexual, pensó sin gracia. Necesitabas descargar tus frustraciones. Había dos cosas que Rebecca Harper usaba para socavar sus frustraciones de lleno: golpear a alg uien y coger. Y como ese día las calles estuvieron inusualmente calmas -y sin violencia- tenía que coger para sentirse en armonía. Indudablemente, su calentura había surgido de la nada. Necesitabas a Grifth. Claro que lo necesitaba, la mayoría de los oficiales masculinos del Departamento no se interesaban más en ella, gracias a su reputación de ser una perra sádica que disfrutaba de comentar lo malo que eran sus compañeros en la cama. Y Grifth era el único que se atrevía a coquetear con ella, ...
    ... incluso después de amenazarlo con denunciarlo por acoso sexual, aunque a sus espaldas y con un poco más de sutileza. Te ofreciste a él. Es cierto, lo hizo. Ella se lo había encontrado en el pasillo, cargando agua en un vaso de papel del dispensador, situado a tres metros de la puerta de los vestidores. Le revelaste que necesitabas sexo. La quijada de Grifth casi pareció desprenderse y sus ojos se dilataron cuando ella le dijo por tercera vez que necesitaba coger, las primeras dos veces no se lo había creído. Tú le sugeriste que usaran los vestidores femeninos. Por supuesto que lo hizo. Ella estaba cachonda en ese momento y los vestidores femeninos estaban vacíos a esa hora, Rebecca era la última de su grupo en salir porque necesitaba entregar un informe a Sanders, quien se quedaba investigando un caso hasta tarde, y sabía que no había ninguna otra mujer en el Departamento. Esa puta frígida, siempre alardeando de lo bien que hace su puto trabajo, golpeó el volante un par de veces, simétricamente, con los puños cerrados al recordar como la Capitana le dio un sermón toda la tarde por no entregar sus informes con más antelación. Tan distraída estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de que, más adelante en la calle, la grúa ya había llegado para recoger el vehículo accidentado que bloqueaba el paso. Entonces, Grifth te sugirió hacer algo rápido porque necesitaba volver pronto a su puesto y tú te enojaste por un segundo. Su coño deseaba tener un trozo carne entre sus piernas ...
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