1. Deosamo: Mala Jornada


    Fecha: 20/07/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... mientras ella gemía como una puta en celo. Su pelo corto tenía que ser tomado con fuerza para hacerle sentir más placer. Su perfecto culo necesitaba un par de nalgadas. Pero Grifth se lo negó. Era obvio que ella iba a enojarse. Sin embargo, la necesidad primitiva de su cuerpo suprimió sus “aspiraciones carnales”. Por lo que esperaba que una mamada basté para saciarla por un rato. Lo disfrutaste por completo. Era totalmente cierto. Estar de rodillas en una habitación, donde alguien podía verlos si entraban, mientras le chupaba la verga a un hombre que odiaba era algo que le generó tanto placer que mojó sus bragas en un santiamén. Pero se mojó todavía más cuando Grifth la denigraba verbalmente o agarraba su cabeza con fuerza, para que ella no olvide quien mandaba. En tan sólo un corto periodo de tiempo se corrió dos veces. Pero no fue suficiente. Por supuesto que no, Rebecca quería más. A pesar de que la “sangre irlandesa” trató de someterla varias veces, ella quería que él fuera más rudo. Había sido inesperadamente mórbido, nada que ver con el lobo feroz que decía personificar en la cama con las mujeres de sus historias. Quería ser cogida como una perra y tener orgasmos múltiples. Pero aun así esperabas correrte una vez más antes de que Grifth eyaculará en tu boca. Cierto, pero también esperaba tener leche caliente e irlandesa en su boca. Era en lo que pensaba en ese momento: correrse, contener el semen en su boca, mostrárselo a su dueño y tragarlo mientras observaba. Ella ...
    ... deseaba ver la cara del pelirrojo cuando lo hiciera, esperando que esté quede satisfecho por su trabajo. Y así convencerlo de que me cogiera como yo quería. Le resultaba asombroso cómo su ira, miedo, incertidumbre y confusión se desvanecieron para abrir paso a la excitación ante esa memoria de deleite lujurioso. Ya ni recordaba porque había estado tan molesta. Fue una grata experiencia. Si que lo fue. Hasta que te interrumpieron. Ahora si recordaba porque había estado tan molesta. Porque alguien la había interrumpido a mitad del “trabajo”. Dejándola insatisfecha. Rebecca odiaba cuando eso pasaba, se ponía irritable por días cuando no cogía como era debido. Eso lo sabían sus compañeros, quienes recibían una bala en su orgullo cuando ella señalaba que no habían estado a la altura de sus exigencias. Pero… ¿quién fue él que nos interrumpió? Si es que era un él. Podía ser también una mujer la culpable, después de todo eran los vestidores femeninos. Ahora que lo pensaba fríamente, no recordaba quien había sido el responsable de impedir que ella se corriese una tercera vez. Estaba al corriente que Grifth apartó su cabeza de su verga al momento de correrse -no se sorprendió al descubrir que era un eyaculador precoz-, lo que provocó que la mitad de la sustancia cayera al suelo, y la otra sobre su cara. Sobre sus ojos. Eso la dejó tenuemente ciega. Y lo siguiente que escucho fue a alguien gritando: <<¿Qué está pasando aquí?>>. Después de eso, no concertaba bien si ella salió de los ...
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