1. Una visita a la Feria


    Fecha: 29/05/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... por los leggins y acariciaba su clítoris. La noria llegó a la parte más alta de su recorrido y se detuvo. Mi amiga se agachó y se la introdujo en la boca, comiéndomela. La pareja se sobreexcitó al verlo y él llevo la mano al coño de su amiga y de súbito le metió un dedo y empezó a moverlo, ella gozaba el gesto, se mordió el labio mientras aceleraba su mano sobre la polla de él. De pronto la noria giró y empezó a bajar rápidamente. Mi amiga se incorporó y me la agarró.
    
    Bajábamos a gran velocidad sintiendo el vértigo que acrecentaba nuestra excitación. Dio una vuelta completa, llegó arriba y siguió girando mientras nosotros nos masturbábamos unos a otros intentando no ser vistos por carritos contiguos ni por los mirones de abajo, intentábamos disimular, pero conseguir pasar desapercibido al cien por cien era imposible.
    
    De nuevo la noria se detuvo. Esta vez poco antes de la zona más alta, dejándonos una vista exquisita de la ciudad. El chico masturbaba a la chica que anunció que se iba a correr. La miramos todos para ver como disfrutaba el momento y disfrutarlo también nosotros. Se hizo un poco para delante quedando sentada en el borde del asiento, mientras él metía y sacaba dos dedos de su coño rápidamente. Ella se convulsionó y empezó a correrse. Fue una visión perfecta.
    
    La noria volvió a girar en sentido contrario, ella se sentó bien y siguió pajeando a su amigo, que, por sus gestos, también parecía cercano al éxtasis. Nosotros seguíamos masturbándonos, ...
    ... pendientes de ver a la pareja que nos estaba regalando un excelente momento morboso. La noria bajó y pasó a ras del suelo para volver a subir. Entonces él no aguantó más y empezó a eyacular. Sus chorros salieron en explosión hacia nosotros, aunque sólo cayó algo sobre uno de mis zapatos, el resto se había quedado en el suelo y en la mano de ella que, mirándonos, se llevó la mano a la boca para apurar los restos de semen. Estábamos muy calientes, aceleramos nuestros movimientos. La chica seguía con las piernas abiertas mostrándonos su coño, se apretó las tetas para deleitarnos mientras él se la agitaba muy suavemente. Ahora la noria descendía lentamente, iba dejando que bajara la gente, habíamos llegado al final del viaje. Nos recompusimos y bajamos. Sentimos miradas acompañarnos en nuestro descenso de la atracción, pero quizá fuera una impresión nuestra por hacer algo fuera de lo común. Salimos rápidos del gentío que se agolpaba para subir y nos volvimos a perder entre la gente.
    
    —Ha estado genial —dijo la chica— pero vosotros no os habéis corrido.
    
    —No te preocupes —le dije— ahora vamos detrás de la caseta de la última atracción, vamos a follar porque ya no podemos más.
    
    —¿Podemos acompañaros? —Quisieron saber.
    
    —Claro, no lo vais a dejar ahora.
    
    Llegamos a la última atracción y la bordeamos metiéndonos detrás de la caseta donde se hospedarían los propietarios. Nada más entrar en ese espacio mi amiga se agachó delante de mí y me la sacó para llevársela a la boca, estaba ...