Los restos que me sobran
Fecha: 04/06/2022,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dejando al descubierto los 19 centímetros que nos había dicho que calzaba.
Tras un poco de sube y baja con la mano, acercó su lengua al capullo y comenzó a lamerlo, primero suave, un besito, una mirada llena de vicio hacía mí, un lametón a lo largo del tronco para abajo, para arriba y, para dentro. Mis pantalones ya estaban por los tobillos. Mi polla palpitaba en mi mano mientras me la masajeaba. Me levanté y me acerqué a los dos. Lucía, que estaba arrodillada, agarró mi verga con su mano a la vez que se la mamaba a Juanjo. Después cambió y dirigió sus labios a mi glande que ya estaba lubricado con líquido preseminal que limpió con su lengua.
Después de unos minutos así, cuando no me la chupaba a mí, lo hacía con la polla de nuestro amante, decidimos estar más cómodos y nos dirigimos al cuarto. Allí nos desvestimos los dos hombres quedándonos completamente desnudos. Por su parte, Lucía se terminó de quitar la camisa y se bajó las bragas, pero quedándose con la falta puesta, obligándonos a sentarnos los dos en la cama y ella, a de rodillas a los pies, volvió a mamarnos las pollas por turnos mientras pajeaba al otro. Pronto fue el turno de cambiar ya que era necesario calmar su coño. Dejé que Juanjo y Lucía hicieran un sesenta y nueve, tumbándome al lado de los dos como mero observador que se pajeaba con el espectáculo. Nunca imaginé que ver a mi mujer comiéndose otra polla podría resultarme tan excitante.
Pronto llegó a su primer orgasmo de la noche. Pude notarlo en ...
... las contracciones de su cuerpo y sus piernas temblorosas. Tras un leve respiro, se giró y se puso a cabalgar a Juanjo, introduciéndose su polla en el coño tras ponerle un preservativo. Yo me puse de pie en la cama a la altura de su cabeza para que me la chupase mientras era follada por un completo desconocido. Así le llegó su segundo orgasmo. Era el momento de metérsela por detrás. Me puse a la altura de su culo, le unté su agujero con un poco de lubricante a la vez que le introducía primero un dedo y después dos, para pasar inmediatamente a follarle el culo. El glande pasó con algo de dificultad, llegando a notar que en ese momento de máxima fricción, le dolió un poco. Pero después, una vez pasado ese punto, entró con facilidad, empezando a empujar al ritmo que llevaba con la otra polla que tenía en su coño y que en algún momento llegaron a rozarse los dos miembros. Fue una sensación extraña pero para nada incómoda. Así estuvimos hasta que llegó el tercero de Lucía, que esta vez se corrió a la vez que Juanjo.
Con él parado, yo seguí empujando hasta que noté que iba a correrme. Tenía ganas de hacerlo en la cara de Lucía, así que la saqué de su estrecho ano, me quité el condón y terminé en su boca como en otras tantas ocasiones había hecho. La sorpresa fue que Juanjo acerco su boca a sus labios y comenzó a morrearse con ella, compartiendo los restos de mi semen con sus lenguas, mientras que los dos me miraban con cara de vicio mostrándome lo que hacían. Por un momento me ...