1. Desde el confinamiento


    Fecha: 11/06/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: siemprefuiyo, Fuente: CuentoRelatos

    Te mereces algo mejor, Alba. Ahora mismo lo que más desearía es que conocieras a alguien que hiciera rebrotar en ti todas las cosas importantes que has perdido —no sé si por mi culpa o sin ser culpa de nadie— a mi lado.
    
    Me encantaría que conozcas a un hombre en el que te fijes porque sea atractivo y agradable. Me encantaría saber que te sorprendes a ti misma pensando en él y/o en diferentes rasgos de su cuerpo. Como por ejemplo en sus manos grandes y suaves o su torso atlético. Me encantaría saber que tu coño se humedece al hacerlo, y que tú te avergüenzas con culpabilidad porque sientes que no deberías… pero al mismo tiempo no puedas evitar dejarte llevar por la visión de esas manos grandes sobre tu cuerpo, explorando tu piel… sin prisa, recorriéndote entera. Calentando, en fin, ese cuerpo frío, helado de tanto tiempo —años ya— sin ser acariciado sensualmente.
    
    Me encantaría saber que antes de acostarte te asalta la imaginación de acerca de cómo será su miembro. Una curiosidad que es tan intensa que cierras los ojos fuerte y te imaginas acercándote al bulto de su pantalón para desabrocharlo y liberar del calzoncillo su polla dura y enhiesta. Me encantaría que comprendieses de ese modo que no sólo deseas ver esa polla en la vida real, tocarla, olerla, besarla, admirarla… sino que también necesitas probarla. De una forma en que jamás necesitaste la mía.
    
    Me encantaría saber que te frotas el clítoris y te metes los dedos pensando en ser follada por esa polla. De forma ...
    ... tórrida y visceral. Casi violenta. En varias posturas y diferentes contextos. De hecho, me encantaría saber que esa imagen cruza la frontera de tus fantasías intimas para convertirse en un pensamiento consciente y deliberado. Algo que desearías intentar que se haga realidad, aunque algo te retenga de hacerlo. Algo que llega incluso a obsesionarte, secuestrando tu mente cada vez que le tienes delante; exactamente de la misma manera que lo sufría yo cada día, cada vez que veía tus pechos por el rabillo del ojo mientras salías de la ducha o te veía cambiarte de ropa para ir a trabajar.
    
    Me gustaría imaginar que llegas a necesitarlo de un modo que hasta te provoca dolor físico no tenerlo, que incluso te lleva a saber que estarías dispuesta a hacer cualquier cosa por conseguirlo, incluso cosas que pensabas que jamás harías porque te parecían humillantes y te provocaban repulsión y que, en cambio ahora, harías gustosa con tal de que te dejasen mamar esa polla. Me gustaría que sintieses que ese deseo se está llevando tus principios, tu sensatez y sentido común con una corriente que es absorbida en espiral y te arrastra consigo hacia el fondo de algo oscuro y perverso.
    
    Me gustaría saber que te corres con el juguete sexual que te regalé y nada más hacerlo (y volver a la realidad aun jadeando y con la respiración entrecortada) te asustas a ti misma del contenido tan extremo de tus propias fantasías, de las cosas que has llegado a imaginar con ese otro hombre opuesto a mí en todos ...
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