1. Entre cortinas con el hijo de los nuevos vecinos


    Fecha: 22/06/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... teatral.
    
    Todo subiría al siguiente nivel un par de semanas más tarde cuando llegaba un poco más temprano del trabajo. Ese día había salido de las oficinas a una conferencia en un lugar cerca de donde vivo, la cual, por fortuna, habría terminado pronto, dándome más tiempo de llegar a casa.
    
    De inmediato me dirigí a mi recamara con toda intención de ponerme el pijama. Me acerqué a la ventana para cerrar las cortinas, pero me detuve. No puede evitar espiar un poco, estaba toda la familia; el padre estaba en el estudio, concentrado en su ordenador, a la mamá se le podía ver en la sala en el piso de abajo jugado con su hija quien corría de arriba abajo molestando a su padre insistentemente, aunque a él no parecía molestarle. Y el hijo, aquel muchacho estaba en su alcoba, perdido en su ordenador portátil anotando con desesperación en su cuaderno.
    
    Me quede un rato mirando embelesada con la hogareña escena, hasta recobrar la motricidad de mi cuerpo para reanudar mi cometido inicial. Entonces, me acerqué a mi guarda ropa y de él saqué mi ropa de dormir tirándola sobre mi cama sin cuidado alguno. Ahí me posé frente a ella y comencé a desvestirme. Me quité el saco y lo colgué sobre el respaldo de una silla cerca de la puerta, enseguida me saqué la delgada blusa de tirantes que vestía debajo y no me resistí a mirar por la ventana.
    
    Ahí caché mi vecino y fiel confidente espiando tras su cortina. El muy ingenuo debía creer que no se veía, pero su silueta se delineaba ...
    ... perfectamente entre los pliegas de la tela colgante recorrida a la izquierda de su ventana.
    
    Estaba fastidiada, me sentía harta de tener que lidiar con los vecinos, suplicando por un poco de privacidad. Ese era el momento para cerrar el telón, pero al acercarme a mi ventana, algo me detuvo. Ya con la cortina en la mano, me percaté que el chico se estaba zanjando el pene como depravado. Era obvio, sus ajetreos lo delataban.
    
    Primero me dio un poco de asco, creía que se trataba de un tipo con serios problemas, pero enseguida recordé que yo misma también le había espiado. Y no supe que pensar.
    
    Dejé la cortina entrecerrada y regrese a mi armario. Estaba confundida, tenía sentimientos encontrados que trataba de comprender, mirando discretamente la larga polla del vecino siendo complacida por todo lo largo con su mano izquierda, ahora fuera de su escondite de telas.
    
    Frente a mi espejo, comencé a peinarme mi larga cabellera, recordando la escena donde le veía desnudo, recreando aquellos sentimientos que me embriagaron al no poderle quitar los ojos de encima. Y ahí lo comprendí todo.
    
    Se trataba de ese amor a distancia, de esa fruta prohibida, del pecado convertido en placer, alejándose un poco de lo correcto para desinhibirse y darse ese gusto culposo de mirar, como yo misma lo hacía ese día en que arribaron, viendo como desempacaban sin que se percataran de mi presencia, solo que ahora, tomaba un sentido más erótico, sensual y voyerista.
    
    Y de nuevo me dejé seducir por la ...
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