1. Orgía familiar (Parte 1)


    Fecha: 27/06/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: AlondraBT19, Fuente: CuentoRelatos

    ... entonces, bien levantadito y suave, siempre pensé que mis nalgas le gustarían a cualquier hombre que pudiera tenerlas, y en eso siempre tuve la razón.
    
    Nuestra primera vez fue reveladora. Estábamos en su cuarto, le pedí que se diera la vuelta para poder desnudarme sin vergüenza, eso hizo y él también comenzó a quitarse la ropa. Yo vi todo el proceso, su espalda marcada, su culito hermoso saliendo de esos pantalones, sus piernas gruesas y duras, sólo verlo de espaldas me puso a mil. Mi vagina empezó a lubricarse por sí misma, estaba hirviendo cuando le pedí que se diera la vuelta. Al principio, quise preguntarle qué le parecía mi cuerpo, pero la imagen de un pene flácido tan grande y balanceándose tanto me dejó impresionada. Nunca había tenido un pene en frente, pero había visto porno, así no era como los penes flácidos tenían que verse, quizá semierectos...
    
    Soy unos meses mayor que él, ese sería su cumpleaños 18, mi virginidad era el primero de mis regalos, no podía echarme atrás. Se acercó y comenzó a mamar mis pequeños pezones, una mano estrujaba un seno mientras el otro gozaba de sus labios y lengua, su otra mano en mis nalgas, en medio de mi raja y acariciando suavemente mi ano y labios vaginales. Nos besamos y cuando ese monstruo estuvo erecto, me hizo mamarlo, esos 16 centímetros de circunferencia forzaron mi boca y, aunque mi primera mamada fue pésima, el movimiento de mi mano masturbándolo fue suficiente para que un chorro de esperma saliera a presión sobre mi ...
    ... cara.
    
    Me cayó en la frente, nariz y mi pómulo derecho. Me limpié con papel de baño la cara y cuando terminé, vi a Caleb poniendo un condón sobre su pene. Le apretaba y le quedaba poco más debajo de la mitad de su tronco. Me puso sobre la cama, boca arriba, puso un brazo sobre el colchón, justo al lado de mi cabeza, me preguntó si estaba lista, cuando asentí, sentí su mano bajar por mi brazo, me tomó de la mano, la puso a la altura de mi cabeza sobre la cama, como para que no intentara escapar o algo. me dijo "Te amo", fue muy importante para mí, yo ya lo sentía, pero él fue el primero en decirlo. Lo siguiente que siento, fue cómo un tanque me abría y entraba a mis viscosos interiores destrozándome a su paso. El pene era largo, pero ese no era el problema, lo grueso era lo que me estaba matando, me dolía toda la zona púbica y sentía que se me iban a salir las piernas de su lugar, como si mis músculos fueran de papel mojado.
    
    "Aguanta, Alondrita, aguanta", me dijo y su pene fue más profundo y más profundo. Comencé a llorar, entre el dolor, el "te amo" y que mi primera vez estaba yendo tan bien, no pude evitarlo. "No lo voy a meter todo, amor", dijo antes de darme un besito.
    
    Y otra vez y otra vez, y otra vez, fue delicado conmigo, sus caderas se movían gentilmente, su pene, aunque doloroso, era también lento y placentero, vibraba ocasionalmente, como si tuviera escalofríos, al cabo de unos quince, dejó de doler tanto y dio lugar al placer. Fue así que, con esas simples ...