1. Cartas homoeróticas (X): De Janpaul a Mikel


    Fecha: 20/07/2017, Categorías: Poesía Erótica, Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    Mi queridísimo Mikel:
    
    No sé por qué me imaginaba que tu campamento iba a ser un desastre y no me extraña lo que me cuentas. Aunque es un exceso de sexo, te habrás divertido, pero, ya ves, has acabado no amando a nadie, no completando tus banquetes de semen, usando condones para ti y para otros, desperdiciando el sexo y tirando por la borda el placer. Te voy a ser sincero, de haber estado yo en tu lugar, me hubiera aprovechado de todos y cada uno y hallar la plena satisfacción, aunque sé que una hora contigo vale más que cuatro días con quince pobres imbéciles, porque erais dieciséis contando contigo, ¿no es así?
    
    Ya ya tuve una experiencia no muy diferente que ni me dio tiempo a comunicarte para tu conocimiento, porque fue de esas sorpresivas, que uno no las busca ni las quiere pero se la presentan y debes aceptar aunque sea a desgana.
    
    Todo el asunto comenzó el viernes pasado, teníamos puente laboral y estudiantil de viernes a miércoles porque viernes y martes fueron festivos. Toda la familia de mi madre organizó una fiesta en Tarragona, de donde son todos originarios y habían contratado un hotel casi para nosotros solos, porque éramos más de cuarenta, viajamos el viernes por la tarde, para estar sábado, domingo y lunes enteros y el martes regresarnos tras el desayuno.
    
    En la provincia de Tarragona hay una población junto al mar que se llama L’Hospitalet de Infant y al sur está la playa del Torn. Pues después de estar comiendo, bebiendo, hablando y visitando los ...
    ... entornos de esa región, te imaginas 40 personas alquilando un autobús para ir de visitas culturales y turísticas con el gravamen de que esas cuarenta personas todos son familiares, abuelos que eran los que pagaban, padres de todos y todo un ejército de primos y primas con unos cinco niños que daban la lata hasta morir. Un hotel como si fuera nuestra casa, y un autobús como si fuera nuestro carro. Ya estábamos hartos de tanta monserga turística y cultural y el lunes habían programado ir de compras a la misma ciudad de Tarragona. Los hombres con sus mujeres y las chicas que les gustan mucho las compras querían ir para traerse consigo un montón de trapillos, tacones y perfumes. Así que mis primos solteros, es decir, los que no tenían ni novia siquiera, se rebelaron y dijeron que no iban, me convencieron para que tratara de convencer a los mayores y ahí me tenías a mí diciéndoles el domingo en la cena que para nosotros no iba aquello, cuando yo ni siquiera sabía qué pretendían estos pájaros.
    
    Como yo tengo fama de chico obediente, educado, amable —si supieran lo puto que soy— se dejaron convencer y dijeron que no nos fuéramos muy lejos, pero ellos se iban para todo el día. Por tanto mis primos, diez cojonudos primos, sonsacaron dineros de sus padres para poder comer (?) o para no sé qué. Mis padres estaban tan contentos de que mis primos confiaran con mi liderazgo, que me dieron dinero para poder forrarme.
    
    En la noche, tal como habíamos quedado, cuando ya todos se iban a ...
«1234»