1. Cartas homoeróticas (X): De Janpaul a Mikel


    Fecha: 20/07/2017, Categorías: Poesía Erótica, Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... retirar a sus habitaciones, se reunieron en la que ocupábamos uno de mis primos y yo. Conté los que estábamos y éramos 11 machos. Quedamos en esta reunión que debíamos estar a punto en zapatillas y short después del desayuno, para despedir al autobús y luego, ir a alquilar unas bicicletas para irnos a la playa nudista del Torn. A todos nos pareció muy bien porque estábamos sin la gente mayor, las mujeres y los niños y podríamos bañarnos desnudos con la ilusión que nos hacía.
    
    La Playa del Torn es una de las mejores playas de Cataluña; se encuentra a unos 2 Km al sur de L´Hospitalet de l’Infant. El paisaje de ese entorno parece el Edén, todo él rodeado de naturaleza pura, rodeado de bosques de pinos y acantilados de roca calcárea que hacen de la playa del Torn un lugar mágico. La playa tiene una extensión de kilómetro y medio limpios de construcciones, solo hay un camping nudista llamado para mayor causa el Templo del Sol. Fuimos en bici hasta el camping. Como estamos en la primavera calurosa y no es verano, no había casi nadie.
    
    Nos dirigimos a la parte trasera donde está el restaurante. Entramos mi primo Alfredo y yo para ver si podíamos comer. Nos preguntaron cuántos éramos y al decir once nos preguntaron para qué hora y les indicamos que a las dos de la tarde. Me preguntaron qué preferíamos comer y les dije que pongan lo que quieran que vendrán con apetito, hambre y ganas de comer y beber. El tipo del restaurante se reía de lo que yo decía. Pusieron nuestras bicis ...
    ... atadas en custodia y atravesando el camping nos fuimos al mar.
    
    Al llegar a la arena, nos empezamos uno a uno a quitar el short y las zapatillas. Bromeábamos de penes grandes y penes pequeños, pero ya con eso todos estábamos empalmados y tuvimos que echarnos de inmediato al agua, sobre todo ellos, mis primos, que algunos no tienen costumbre. Después del primer baño me salí y me tumbé directamente sobre la arena, removida con los pies previamente para que no quemara.
    
    Se me acercó mi primo Cristóbal. Este es buen chico, tímido a pesar de sus diecinueve años y haber comenzado a estudiar ingeniería naval. Intentó sentarse y la arena quemaba, le dije que la removiera, lo hizo y me dijo:
    
    — Lo sabes todo.
    
    — No; es la costumbre.
    
    — ¡Ah! ¡Claro que sí! Tú, primo, eres playero…
    
    — ¿No te gusta el mar, Cristóbal?
    
    — Bueno, a decir la verdad, quien me gusta eres tú…
    
    — Ja, ja, ja; ¿no sabes que tengo novio?
    
    — Ah, sí, eso dicen, pero de allá, de lejos…
    
    — Un novio es un novio, ¿no te parece?
    
    — Entonces…, tendré que conformarme…, me voy allá, aquí hace mucho calor…
    
    —Sí, Cristóbal, tienes razón, allá, detrás de los árboles y sobre aquellas rocas se debe estar mejor…
    
    Emprendimos una carrera, para desplazarnos y para no quemarnos los pies fuimos por donde la arena estaba húmeda junto a las olas que estaban suaves y tenues. Había una parte más rocosa y me metí para adentro, bajo los árboles, sin esconderse mucho para ver el mar. La vista era bella, concupiscente, ...