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Streptease
Fecha: 13/07/2022, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... clavándose en nuestros culos, deseando que me lo rompieran o quizá para mi acompañante se los follara a ellos. Lo abracé en plena calle en la madrugada, cogiendo su cintura entre mis manos y acercando mis labios a los frescos suyos lo besé en la boca. Ante una panda de envidiosos que había sentados en un banco a la puerta del local. Por primera vez metí la mano por dentro de sus vaqueros tocando su firme culo, su piel por debajo del slip que se había puesto y sentí su ardiente lengua explorando la mía. Hicimos el camino cogidos de la cintura, de vez en cuando agarrando las nalgas del otro o con suaves besos en los labios. Cuando llegamos a mi casa volví a abrazarlo sin haber cerrado la puerta y me dejé arrancar la camisa de la que saltaron todos los botones. Besó mi cuello, lamió mi pecho, mordió mis pezones, chupó mis axilas y arrodillado a mis pies abrió mis pantalones de los que saltó de inmediato mi rabo duro pues desde luego no llevaba ropa interior. Lo cogió con suavidad y haciendo lo mismo que había hecho yo con el suyo ante tanto publico se lo metió en la boca con lentitud apretando mi glande contra su paladar y sujetando y acariciando mis huevos con una mano. El nabo que me había fascinado en el pub lo tenía al fin solo para mí. Lo masturbé suave y sujetándolo de allí lo conduje hasta mi dormitorio. Nuestras ropas olvidadas en el suelo del pasillo del salón y del resto del camino, su slip en la entrada de mi habitación. Como venía detrás de mí ...
... me empujó boca abajo sobre la cama y se echo sobre mí sujetándome con su peso a la cama. Me besaba en la nuca, el cuello y lamía mi oreja mientras yo sentía entre mis muslos la polla que tanto deseaba. Apenas nos habíamos cruzado palabra, unas pocas frases, nos entendíamos solo con la mirada. Ni siquiera sabía su nombre y esperaba con ansia su lengua bajando por mi espalda hasta el culo. Cumplió mis expectativas. Cuando clavó allí la sin hueso mi rugido se tuvo que oír hasta en la casa de los vecinos. Separaba mis nalgas con sus fuertes manos y la pasaba por toda la raja del perineo a mi espalda o buscaba mi ano abriéndolo un poco con la punta. Dejaba caer su saliva ardiente en mi piel y notaba esa humedad como lubricación. Sin dejar de pasar lengua y labios por mi piel uno de sus dedos empezó a penetrarme con suavidad. Yo levantaba el culo de la sabana buscando sus caricias con lo que mi polla y huevos quedaban colgando y al alcance de su otra mano. Ronroneaba como un gato mientras recibía sus caricias. Estiré la mano en busca de las partes de su anatomía que deseaba. Lógicamente no se apartó y dejó que agarrara su dura polla sin dejar de comerme a mí. Ya no podía esperar más. -¡Follame! ¿A que esperas?. -a que estés bien caliente. -ya no puedo estarlo más. Mi ano estaba bien lubricado con su saliva, yo me mojé la mano con la mía y la extendí por su glande y tronco. No me iba a poner a buscar el lubricante a esas alturas. Separé un poco mas las ...