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El consentidor
Fecha: 19/07/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
... compañía y a solas. Su marido no podría estar presente. Luego sería informado de todo o solo de parte de lo que sucediera ese fin de semana. Todo quedaría a voluntad de su mujer. Sería ella quien decidiría que podía saber y qué no. La cabeza del hombre dio mil vueltas y decidió que sería muy excitante dejar a su mujer ponerle los cuernos sin que él estuviera delante. Cuando la vio salir y cerrar la puerta de su casa, con una mochila como equipaje, se asomó por la ventana para ver cómo se subía al Alfa Giulia de Hans. Unos segundos después el coche se perdía al final de la calle. La primera consecuencia fue una impresionante erección. Roberto se había excitado solo de ver como su mujer se iba con otro. Tuvo que aliviarse en el baño mirando una fotografía de la cara de su mujer manchada con la lefa de Hans que tomó en la playa. Pero a lo largo que transcurría el fin de semana su cabeza y su imaginación morbosa leniba proyectando imágenes de su mujer siendo follada por aquel desconocido. Pasó todo el sábado fuera de casa intentando no pensar pero le resultaba imposible. Durante la noche estuvo buscando vídeos porno de cornudos consentidores. No pudo evitar excitarse al pensar en su mujer junto a Hans. Se la imaginaba de todas las posturas posibles, gritando y disfrutando de la polla de un tío al que acababa de conocer. Aquella noche se hizo varias pajas y en todas acaba insultando a su mujer mientras en su imaginación aparecía la cara de ella. El domingo se despertó ...
... tarde con una extraña sensación de angustia. ¿Cuánto tiempo se la podría estar follando el tipo ese? ¿Cuánto podría aguantar Ariel en un maratón sexual? Incapaz de probar bocado salió a correr pero su capacidad de concentración era nula. Su mente le impedía, a estas alturas, pensar en otra cosa que no fueran sus cuernos, Ariel o Hans. Pese a que habían acordado no llamar por teléfono, Roberto no podía aguantar más. La ansiedad de no saber nada lo estaba volviendo loco. Fue ahí donde comenzó a llamar. Primero cada hora, luego cada media, después cada diez minutos, hasta hacerlo de manera compulsiva. En todas la misma respuesta: "EL NÚMERO QUE MARCA SE ENCUENTRA APAGADO O FUERA DE COBERTURA EN ESTE MOMENTO". A las 8:30 del lunes, cuando se habían marchado sus hijos y él empezaba a plantearse poner una denuncia por desaparición, oyó que paraba un coche frente a su casa. Se asomó a la ventana y vio salir a Ariel del Giulia azul que se la había llevado dos días antes. Roberto se detuvo frente a la entrada. La puerta se abrió y apareció su mujer. Su aspecto era impactante. No se había duchado en todo el fin de semana. Su olor era una extraña mezcla de sudor, sexo y semen. Bajo sus preciosos ojos claros había ojeras por el cansancio acumulado. Su pelo se veía alborotado y mal peinado. En su camiseta había manchas, sin dudas, de semen. Su marido la miró con desconcierto. Deseando que le contara como había sido la experiencia. Lo único que pudo decir ella fue: -Estoy ...