1. Mi esposa en nuestra cama con su amante


    Fecha: 20/07/2022, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    Mi esposa rápidamente se dio cuenta que no le imponía límites a sus aventuras sexuales. Mi único requerimiento era que sea discreta. Bajo esas condiciones, ella, luego de su reencuentro sexual con su primer novio, comenzó a tener diferentes compañeros sexuales. Algunas de sus aventuras me las narraba, otras no. Algunas veces me hacía lamerle el coño y el culo usados, incluso con semen, otras no. Siempre fue un poco complicada y yo siempre acepté todas sus peculiaridades, aunque algunas no las entendía.
    
    En algún momento me mencionó que uno de sus amigos (así llamaba y sigue llamando a sus eventuales amantes) quería tener relaciones en nuestro departamento, en la cama que compartíamos como esposo y esposa. Ella tenía ciertas dudas y me consultó. Pues siendo un edificio grande, con vigilantes, portero y muchos vecinos circulando no sería posible mantener la condición de discreción. Se me ocurrió decirle que ella espere en casa. Que yo me encontraba con su amigo en algún lugar cercano y llegaba con él al departamento. Ella lo dudó y quedó en consultarlo.
    
    A los 15 o más días me dijo que sí. Que tanto ella como él morían de ganas de hacerlo en nuestra cama. Supongo uno de los tantos fetiches y deseos que cada persona va teniendo. Le respondí que perfecto, pero que quería ver sin intervenir. Lo consultó rápidamente y su amigo estaba más feliz que yo. Hacer cornudo a un marido y que él vea la acción era parte de sus fantasías.
    
    El encuentro tenía que ser una mañana, cuando ...
    ... nuestros hijos estuvieran en el colegio. Coordinamos fecha y hora. Me encontré con Mateo, su amante de turno, en una cafetería a unas 10 cuadras de casa. Nos saludamos. Subimos a mi auto y fuimos al departamento. Al verme los vigilantes y el portero llegar con un amigo, nadie sospechó lo que pasaría en el departamento.
    
    Al entrar al mismo, mi esposa nos esperaba sólo en tanga y brasiere. La calentura se le notaba en el brillo de sus ojos y en su carita deseosa. Me besó con ternura y luego lo besó con pasión. Le cogió la mano y lo llevó a la habitación. Yo los seguí.
    
    Estando los tres en la habitación, ella empezó a desnudarlo. Le saco zapatos y medias primero. Lo acostó y empezó a lamerle los pies. Ella llevaba la absoluta iniciativa, él sólo se dejaba hacer. Nunca pregunté si así lo habían planeado o si se solo se dio así. Verle lamerle los pies me excito imprevistamente. Verla así sumisa, entregada a otro hombre fue delicioso. Luego le sacó la camisa y comenzó a lamerle y besar su pecho y su vientre. El levantó sus brazos para ponerlos entrecruzados bajo su cabeza, ella aprovechó y empezó a lamerle las axilas. Eso fue más de lo que podía soportar ver sin empezar a masturbarme, me desabroché el pantalón y saqué mi verga mientras veía a mi mujer siendo puta con otro.
    
    Finalmente le sacó el pantalón y el bóxer, dejándome ver su verga ya erecta. Notablemente más grande que la mía y muy oscura, casi de negro, aunque Mateo era un hombre cobrizo, mestizo, pero no negro. Mi ...
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