1. En la relación con mi cuñada


    Fecha: 21/07/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Son las cuatro de la tarde y hace bastante calor. Mi cuñada nos recibe en la puerta de la verja que da acceso al jardín que rodea su casa. Me ayuda acompañando a la abuela mientras yo me cuido del equipaje. Este fin de semana lo pasará con ellos ya que mi familia nos vamos a pasar el finde a la playa.
    
    Deduzco que estaba tomando el sol junto a la piscina en topless. Lleva puesto una especie de batín de playa solamente abotonado en la parte central, con lo que se le ven las tetas casi por completo y las piernas hasta donde comienza la curva del trasero.
    
    Acompañamos a la abuela al interior de la casa y la dejamos viendo la tele. Mi cuñada y yo comentamos el buen tiempo que tendremos en nuestra escapada a la playa. No puedo evitar que mientras hablo mi mirada se desvie hacia sus tetas prominentes casi desnudas y a un par de palmos de mis narices.
    
    Ella se da cuenta de mi debilidad y lejos de retraerse lo que hace es moverse levemente para que esas estupendas peras boten con un movimiento oscilante que me quita el sentido. Me ofrece un refresco y vamos hasta la cocina para tomarlo. Alli busca los vasos en el armario y el refresco en la nevera. Cada movimiento es una excusa para exhibirse y hacerme pasar mal rato. Tanto me muestra su buen culo solo cubierto por un diminuto bikini como sus tetazas que parecen van a saltar fuera del batin.
    
    Conocedora de mi turbación ella se recrea y disfruta sabiendo que me tiene en el límite. No es un pibon pero sabe moverse para desatar ...
    ... el deseo de cualquiera. En este caso, se siente dominadora de la situación , y adema con la seguridad de que somos familia muy cercana sin posibilidad de ir a más.
    
    De vez en cuando me mira el paquete para ver comprobar que está teniendo éxito, y puedo asegurar que sí que lo está teniendo. Pasan los minutos y aunque el calentón me pide continuar contemplando su cuerpo semidesnudo, me despido de ella hasta el domingo a la tarde que volveré a por la abuela.
    
    Me da un par de sonoros besos al tiempo que restriega las impresionantes tetas contra mi pecho. Se queda en el quicio de la puerta con una gran sonrisa y una pose que invita a volver.
    
    Al legar al coche le mando un whatsapp: “Necesito hablar contigo. Estoy en la puerta de atrás. No le digas nada a la abuela”.
    
    Voy por el jardín hasta la puerta trasera que da a la cocina y me cuelo dentro. Enseguida aparece ella con cara de desconcierto. ¿Qué pasa?¿Se te ha olvidado algo?
    
    “Sal y dile a la abuela que estas un poco mareada y que te vas a echar un rato. Sobre todo que no sepa que estoy aquí. Ahora te cuento”.
    
    Mientras echa va a cumplir el encargo, supongo que con algo de curiosidad y preocupación, me cuelo en su habitación.
    
    Después de unos minutos abre la puerta y entra en la habitación con cara de : Que haces aquí! Creía que estabas esperando en la cocina. Pero de inmediato la cambia por otra que dice: Qué haces en mi cama! Por qué estas desnudo! Anda que si te ven así!
    
    “Pasa, pasa que te tengo que contar ...
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