En la relación con mi cuñada
Fecha: 21/07/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... una cosa muy importante”, le digo tratando de darle una entonación que logre interesarla.
Sale de la estancia y al instante vuelve cerrando la puerta a su espalda. A ver dime, ¿Qué es eso que tienes que contarme?, “la abuela está medio dormida”, añade.
“La verdad es que no sé por dónde empezar… me da bastante vergüenza contártelo”.
“Venga ya, no seas tonto, si somos familia”, dice acercándose un paso hacia la cama.
Ella no sabe que debajo de la sabana estoy completamente desnudo, con la polla en la mano disfrutando de un buen empalme, mientras me doy suaves meneos que me ponen a cien.
“Bueno, tu sabes… desde hace un tiempo que no me encuentro bien con Carla… y echo de menos ciertas cosas…”, le suelto el rollo de que pobrecito soy, que me encuentro solo y mientras me voy pajeando a escondidas contemplando su cuerpo exuberante.
Después de lamentarme durante unos minutos ella interviene tratando de animarme asegurando que eso pasa en todas las parejas y que todo se arregla.
Mientras vamos hablando, poco a poco voy corriendo la sabana sin dejar de meneármela, hasta que ella puede contemplar la magnitud del “problema”. Ahora si que estamos centrados y podemos hablar con propiedad.
De la sorpresa inicial pasa a la sonrisa pícara. Dos realidades paralelas suceden simultáneamente: Una conversación ...
... intrascendente sobre la relaciones de pareja y una paja exhibicionista para una voyeur cada vez más animada.
Completamente desnudo y despatarrado encima de la cama me pajeo firmemente delante de mi cuñada. Ella termina por sentarse de medio lado en el bode de la cama no sin antes desbotonarse el batín dejando al aire sus tetas para mi deleite.
Continuo con el sube y baja mientras hablamos y le hago gestos para que ella coja el relevo si quiere. Lo duda un instante pero se sienta un poco más cerca y alarga la mano hasta cogérmela. Después de un corto tanteo y de amasar suavemente el capullo, me empieza a pajear con determinación.
Resoplo como un gorrino y consigue hacerme estremecer con cada apretón. Insiste una y otra vez tratando de hacerme correr, pero yo resisto y resisto, lo más posible pues estoy disfrutando de lo lindo.
Mientras ella continua con una variedad de movimientos que me llevan hasta las nubes, le sobo las tetas y la entrepierna.
Finalmente no puedo resistirlo más y me vienen varias sacudidas que expulsan varios chorros de semen.
Ella, satisfecha de su obra, restriega su mano manchada por los huevos y el pene.
“Has visto que todo tiene solución”, ”no se lo digas a nadie, pero cuando alguno de los dos tengamos problemas siempre tendremos el uno al otro para buscar la solución”, dice convencida.