Un buen regalo para mi mujer
Fecha: 13/08/2022,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Date un capricho, masajista bisex para pareja. Un masaje placentero contigo y con tu pareja, déjate mimar por unas manos expertas, que primero te relajarán y luego te excitarán, para acabar el masaje como tú desees. Masaje full body, en camilla o tatami.
este era el anuncio que estaba leyendo en una pagina de contactos en internet.
Mi mente empezó a trazar un plan para darle una sorpresa a mi mujer.
Lo primero que hice fue pedir hora en el salón de ese masajista como un cliente normal.
Esa misma semana iría a ver si los servicios que ofrecía eran tan especiales.
Llegó la fecha y me dirigí a su salón de masajes. estaba en un barrio de la periferia al que había que conducir como una media hora para llegar. Encontré aparcamiento en la misma calle, una calle apartada del centro y muy tranquila, enseguida leí un letrero donde ponía: Zen-tro de masajes.
Se me puso una sonrisa de medio lado en la cara.
Llamé a la puerta y me abrió un joven alto y delgado.
- Hola buenos días. Tenía cita a las 12;30. Soy Mario.
- Hola Mario buenos días, soy Miguel. Espera un poco que enseguida te atiendo. - Me dijo estrechándome la mano con fuerza.
Me senté y me puse a ojear unas revistas de triatlón que tenía encima de la mesa.
Cinco minutos después se abrió la puerta y salió miguel acompañando a una mujer rubia que lucía con una gran sonrisa. Mi mente enseguida empezó a imaginar que masaje había tenido la rubia.
- Adiós Andrea, hasta la próxima.
- Adiós ...
... Miguel. Te llamaré para pedir cita. - y dándole dos besos, salió por la puerta meneando exageradamente el culo.
- Ya puedes pasar Mario.
Una vez adentro me explicó que sus masajes eran relajantes y que podía elegir el sitio donde dármelos: tatami o camilla. Elegí la camilla por comodidad.
Bueno quítate la camisa, el pantalón y túmbate boca abajo.
Hice lo que me dijo y al desabrocharme el pantalón mi polla reaccionó y se puso morcillona. Me tumbé boca abajo y metí la cabeza por el hueco de la camilla. Entonces sentí sus manos en mi espalda.
Sus manos se deslizaban por mi espalda, bajando hasta mis lumbares y por mis piernas, desde mis glúteos hasta los tobillos. Cuando ya llevaba un rato acariciándome la parte de atrás, empezó a sobarme la parte alta del culo, mi polla reaccionaba a sus masajes y se ponía más dura por momentos.
- Oye miguel. Tienes un anuncio en la página de contactos de pasión?
- Ehhhhh. Jajajajajajaja. Si, si. Tengo un anuncio especial. - Me contestó mientras seguía sobándome.
- He venido para proponerte algo. Y de paso que me alivies la espalda.
- Solo la espalda? - Dijo Miguel. Apretándome el culo y metiendo una mano entre mis piernas hasta llegar a acariciar mi ano.
- No llevaba idea de hacer nada hoy. Pero si me haces algo especial, tampoco me voy a negar. - Le dije yo, notando como hurgaba en mi agujero trasero.
- Algo se me ocurrirá. - Dijo bajando su mano hasta mis testículos, agarrándomelos y estirándolos suavemente.
Se ...