En el Palacio Chino (Parte I)
Fecha: 18/08/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: LeofricR, Fuente: CuentoRelatos
... decimos apostar un beso, y perdí, aunque después de lo que pasó, la verdad yo diría que gané y mucho.
Empezó como un beso normal, pero las cosas se fueron prendiendo poco a poco, no había mucha gente alrededor, ya que por ser martes y antes de las 2 de la tarde, el cine prácticamente estaba vacío. Mis manos comenzaron a recorrer su cintura hacia su cadera y sin separar nuestros labios, lentamente mis manos tomaron ese rico y delicioso culito que tenía Quetzalli, ella era de piel morena, delgada y un poco más baja que yo, con senos apetecibles y unas nalgas redondas y parditas. La sujeté con fuerza y la acerque a mí, para que pudiera sentir la erección que estremecía mis pantalones.
Instantáneamente las cosas subieron de nivel y ese ya no era un beso cualquiera, mis manos apretaban sus deliciosas nalgas mientras mi boca, mis besos lentamente se fueron deslizando hacia su cuello, mientras ligeros gemidos escapaban de su boca y llegaban a mi oído, lo que me prendía más y más.
Seguíamos en la zona de juegos, por lo que era fácil que algún trabajador o alguien más nos viera. Empezamos a caminar poco a poco hacía atrás hasta llegar a donde tenían las máquinas que ya no funcionaban, y afortunadamente había un espacio entre dos de ellas, por lo que nos metimos ahí, y pudimos incrementar la intensidad de nuestro encuentro cercano.
Mis manos comenzaron a subir por su torso por debajo de su playera, recorriendo su espalda, lo que pareció desatar una serie de reacciones en ...
... su cuerpo y provocó que sus manos bajaran por mi cuerpo hasta llegar a mi cadera. Quité mis brazos para que ella pudiera explorar libremente, liberó mi cinturón y su mano se introdujo en mi pantalón, justo encima de mi bóxer, mi pene en ese momento tenía una erección tan dura, que yo sentía que algo quería salir desde dentro de mí. Ella no perdió tiempo el tiempo y me sujetó como si supiera que había despertado algo bajo mi cintura.
Sus labios se acercaron de nuevo a los míos y nuestras lenguas comenzaron a danzar, liberando la intensidad que los dos necesitábamos externar. Su mano sujetaba firmemente mi falo, mientras mis manos inquietas decidieron retomar lo que habían dejado, levantaron nuevamente su blusa hasta llegar a sus pechos, levanté lo más que pude su blusa y pude admirar un antojable brassiere rojo con puntos blancos que imploraba por dejar de ser un estorbo para mí.
Acerqué mi cara y comencé a besarla por el contorno de su ropa interior, y mientras más intentaba hacerla a un lado con mi boca, sentía como su mano sujetaba con más fuerza mi miembro.
Mis manos regresaron a su espalda baja, mi lengua se encontraba en una batalla para adentrarse cada vez más, su mano me contenía, su respiración entrecortada me inspiraba a seguir adelante. Y escuchamos un ruido. Un par de chicos empezaron a jugar en una máquina cerca lo que provocó que nuestros cuerpos se alejaran al instante. Su blusa volvió a su lugar y de forma casi inmediata mi cinturón se acomodó para que ...