Abigail
Fecha: 27/08/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Tenía 19 años, y me encontraba en el segundo semestre de mi carrera en la universidad. Una de las mejores épocas de mi vida sin lugar a dudas, y por distintas razones, claro. Fue cuando descubrí la verdadera libertad, cuando comencé a salir por las noches con mis amigos a beber y tener la vida de adulto con la que sueñas siendo niño, fue cuando me topé con ella por primera vez, esa persona con la que viví una experiencia bastante interesante.
Era invierno, estábamos en la primer semana de febrero y las clases recién comenzaban. Muchas de las amistades que hice el semestre anterior no aparecieron, me han dicho que es algo común en los primeros años de la carrera y que por eso mismo no debo formar ningún vínculo con nadie ya que es bastante probable que no vuelva a verlos. Los grupos se hicieron tan pequeños luego de esto que los directivos tomaron la decisión de mezclar los grupos y ponernos en un único salón. Entré a la primera clase, extrañado de ver tantos rostros nuevos como si fuese primer semestre una vez más y como de costumbre me apresuré a tomar el último asiento de la fila. Observaba mi teléfono mientras todos guardaban silencio y el maestro se dignaba a dar la clase cuando escuché que alguien movía la silla que estaba frente a mí, levanté la mirada para ver quién era me dí cuenta que allí estaba ella, una chica de piel morena, cabello castaño, ojos color miel y un delicioso par de labios que tomaron la forma de una sonrisa cuando los ví. Tenía un cuerpo precioso ...
... también, unos pechos enormes cubiertos por un suéter negro de lana y que se menearon un poco cuando se quitó la mochila de los hombros para tomar asiento. Al sentarse no pude evitar voltear abajo a través del respaldo de la silla para mirar sus caderas, su discreto pero bello trasero y el lindo color rosado de la ropa interior que sobresalía de sus jeans de color negro. Su figura era bella, y la ropa tan ajustada que llevaba la hacía resaltar aún más. Era increíble cómo en cuestión de segundos luego de haberla visto, mi mente ya maquinaba una y otra fantasía con su cuerpo desnudo sobre mi cama (o la de ella, no me importaba). Su contextura física, su cintura, la forma en que sujetaba su cabello para atarlo con una liga, todos y cada uno de los detalles de su apariencia física y ademanes estaban haciendo mella en mí. Dio comienzo la clase y el maestro pasaba lista mientras yo prestaba más atención para escuchar cuando ella dijese "presente" e identificar su nombre que oír el mío para no perder mi asistencia.
-Abigail Diaz. -exclamó el maestro-
-¡Aquí! -respondió ella alzando su mano-
Sin pensarlo un segundo más saqué mi teléfono del bolsillo y entré a Facebook para buscar su perfil. Lo encontré sin problemas ya que reconocí sus enormes pechos en un instante. Tenía el mismo suéter que usaba en este momento, por la luz del día y la forma de su cabello pude asumir que la fotografía era de esta misma mañana, seguramente antes de venir a la escuela. No veía a ningún hombre ...