Mi humedad íntima
Fecha: 29/08/2022,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Aquella mañana me levanté temprano, habiamos dormido juntos ya que al día siguiente yo tendría que trabajar todo el día y no podríamos vernos. La noche anterior llegamos muy cansados y no tuvimos relaciones, lo que motivó que esa mañana mi sexo amaneciera con ganas de guerra. Eran las 10 de la mañana y no tendría que entrar hasta las 12, tiempo más que suficiente para satisfacer mi deseo sexual.
Alejandro dormía aún, aunque sabía que su sueño no duraría mucho más. Un poco juguetona, comencé a bajar silenciosa rozando su cuerpo. Afortunadamente el calor ya empieza a hacerse notar en la zona donde vivo, por lo que sólo llevaba puesto unos calzoncillos y una camiseta de pijama. Una vez estuve completamente bajo las sábanas alcancé lo que estaba buscando. Cuidadosamente retiré sus boxers dejando expuesto aquel maravilloso falo, semierecto para mi sorpresa. ¿Sería una erección matutina o es que se estaba haciendo el dormido?
Poco me importó cuando en ese preciso instante comencé a lamerle suavemente la punta de su miembro. Estaba ligeramente húmedo, con un sabor salado que me indicó, además de sus suaves gemidos, que estaba despierto antes de comenzar la felación. Aumenté el ritmo con mi boca a la vez que me ayudaba con la mano, estaba muy cachonda y solo quería tener ese pene lo más duro que pudiera para introducírmelo en mi coño. Él no paraba de gemir, cada vez más alto, de modo que me quité las bragas que llevaba puestas mientras continuaba con la felación. Noté que yo ...
... también estaba muy mojada, mis bragas negras de encaje tenian totalmente humedecida la zona en contacto con mi sexo. Subí la mano con mi prenda agarrada y se las introduje en la boca mientras continuaba chupando esa deliciosa verga. Le debió sorprender un poco mi reacción, pero continuó gimiendo a un volumen inferior.
Cuando ya lo tenia completamente mojado, a causa de mi saliva y de sus fluidos, paré la felación y salí de debajo de las sábanas. Tenía mis bragas aún metidas en la boca, y le observé mientras cerraba los ojos cuando introducía lentamente todo su pene en mi interior. La humedad que ambos teníamos ayudó a que pudiera introducirlo completamente en unos segundos, lo que provocaba que mi placer tocaba techo en ese instante. Le cabalgué disfrutando como una loca, teniendo un maravilloso orgasmo rapidamente. Alejandro se sacó mis bragas de la boca para hablar:
- Me voy a correr Julia, estoy a punto.
- Aguanta un poquito, quiero disfrutar un poco más.
Le dije eso porque quería que aguantase, aunque yo sabia que tenia poco tiempo. Paré de cabalgarle y saqué su pene de mi interior. Al hacer esto, restos de mi squirt gotearon por todo mi coño, mojando mi vello púbico y su pene. Alejandro aprovechó mis bragas para secarme un poco, aunque ya estaban empapadas de mis fluidos y de su saliva.
Me puse a cuatro patas y esperé que me follara a su antojo. Sabía que eso le encantaba y así fue. Comenzó bombeándo mi coño suavemente al principio, aumentando su ritmo a la ...