1. Historia de una venganza


    Fecha: 01/09/2022, Categorías: No Consentido Autor: Thotem, Fuente: CuentoRelatos

    ... que me había arruinado económicamente, pero que no me preocupara, que la señora estaba al margen de los negocios de su marido y yo apenas la conocía de vista y de oídas... En un arrebato de ira vi mi oportunidad de desquite, era poco honesto de mi parte: pero mi cuerpo me lo pedía. Como gancho usaría a mi sobrino. Hablé con el del tema y me dijo que no me preocupara, que si “era como me la pintas tío, la ‘jamelga’ caerá”.
    
    El plan de acción se desarrollaba a las mil maravillas, mi sobrino — tras la quinta copa de ella — la abordo en plan de chico angelical simpático.
    
    — ¿Cómo lo ves pulga? — le pregunté.
    
    — La tía parece un pavo real, je, je, je — contesto — y no veas lo parlanchina que está, no para de dar palique a Javi.
    
    — ¿No te gusta?
    
    — Ya ves, la hijaputa tiene polvo, creo que va a colaborar — dijo el pulga en tono marrullero.
    
    Noté cierta satisfacción al ver la receptividad de la sra. García para con mi sobrino, incluso era el centro de atención de ella. Javi estaba en su puta salsa. De pronto vino el anfitrión del evento, conversamos un rato. Sabía que era un inconveniente y en primera instancia que mi sobrino trajera el pulga lo había visto un imprevisto debo reconocer que era un alivio saber que mientras estaba yo ocupado él podía vigilar a mi sobrino.
    
    — Es una lástima que no hayas traído a tu mujer — dijo el anfitrión.
    
    — Ya sabes cómo está el tema, tiene una crisis, no es fácil de asimilar nuestra posición ahora — conteste.
    
    — Sabes que me sabe ...
    ... mal lo que te ha pasado, pero somos amigos y bueno, si has podido llevar a tu sobrino… — dijo el anfitrión.
    
    — Si, tu siempre me has ayudado en lo que has podido, no te reproches nada, los negocios son una mierda… quieres ser un emprendedor y te dan hostias — conteste.
    
    Fui llevado a un despacho y en un desfogo de sinceridad el anfitrión me consoló diciéndome que si conseguía capital no dudara en acudir a él. Noté el vibrador de mi teléfono, menos mal que la charla fue corta. La verdad es que el amigo se preocupa mucho por mi. Nada más salir, me adentré entre la gente y no vi ni a mi sobrino ni al pulga, pensé en el móvil, miré y tenía un mensaje de Whatsapp del pulga “¡¡¡er cabronaso ja se la ha yevado fuera tamos en el jardín!!!”. Busqué la puerta de salida a dicho jardín, costo algo pero la encontré. Solo vi el césped iluminado, vi como el pulga me hacía señas al fondo en un recodo con la pila de su móvil. Fui donde me indicaba, el pulga estaba algo alterado. Me dijo que mirara a través de los cipreses. Era una pequeña planicie apartada del chalet, rodeada de cipreses en medio un tanque de diesel y un foco que iluminaba los contornos. El lugar era magnifico, nadie iba a venir, lo más seguro es que solo fuera usado para el personal de mantenimiento — pensé. Me alegré de tener el IPhone que había comprado cuando mi economía me lo permitía, mientras el del pulga salto el aviso de batería el mío marcaba un 97%. Ideal. Lo levante y en modo video enfoque. Vi como estaban de ...
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