1. Nuestro primer trio 6


    Fecha: 12/06/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... mas haría gozar a mi amante y así dándome sentones en su pico, comencé a mover mi pelvis adelante y atrás. Sentía como la cabezota me presionaba las tripitas. Mi macho me agarró de los muslos, ayudando a moverme. Puso sus manos en mis caderas y mientras con los pulgares me ayudaba a moverme, con los otros dedos me abría aun mas los glúteos para que yo pudiera comerme todo su monstruo y gozarlo en profundidad. Mas tarde me comenzó a acariciar los brazos y me atrajo sobre su pecho y mientras me decía que era un bebito rico comenzó a darme puntazos con su pene. Allí sentía que me moría de placer. El con mucha sapiencia había acomodado mi penecito y mis bolitas sobre su pelvis, d manera que cada vez que yo o el nos movíamos, su piel me provocaba una especie de paja lo que me hizo acabar con el roce de sus pelos en la base de mis testículos. Mi acabada fue deliciosa. Nació de mis bolitas, de allí al pene, a mi pelvis, a mi espalda, a mis piernas ya mis bracitos, para estallar una vez mas en mi cabeza. De mi pene salieron disparados 4 o 5 chorritos de semen, el que se embarró en todo su vientre, haciéndonos pegajosos y sonoros. No obstante que yo hube acabado rico rico y estaba con mi cabeza apoyada sobre su pecho y me dedicaba solo a sentirme gozado, el siguió moviéndose dentro mio hasta conseguir el orgasmo. Este fue profundo y doloroso para mi ya que su pene se hinchó aun mas y después de varios espasmos, me abrazo tiernamente y me comenzó a acariciar, a la vez que me decía que ...
    ... me quedase así ensartado mientras se achicaba su pene. Pero, no vayan a creer que se limitó a quedarse quieto. Nop, siguió moviéndose cadenciosamente y haciéndome sentir que su pene resbalaba dentro mio usando todo el semen que me había inyectado como un rico lubricante. Pasado un rato me saco de mi empalamiento, haciéndome reptar por su pecho hasta que mi anito quedó a la altura de su boca. Una vez llegado allí, me hizo pujar todo el semen que me había regalado, el que salió de mi recto hacia su boca abierta. Sonaban unos peditos húmedos, los que me dieron vergüenza por lo que le pedí perdón. El me dijo que no fuera tontito, que para el era mas rico haciéndome gozar como un perra cuando me metió la lengua adentro para recoger todo lo que escurría afuera. Mientras se relamía, emitía ruidos de placer y me abrazaba fuertemente, como queriendo meter se cabeza dentro mio. Una vez satisfecho, giré mi cabeza para ver a Román y a Fernandito quienes estaban tendidos a nuestro lado, quienes no se habían perdido detalle de la culeada que me habían propinado y por la expresión de ansias de la carita de mi amiguito, evidenciaba que no hallaba las horas que esa verga también estuviese dentro de el. Ahora era el turno de Fernandito de disfrutar a su hombre. Román lo tendió en la cama con las piernas abiertas, lo lubrico con la misma pasta con que me habían aceitado a mi y, sin usar sus manos fue situando su verga en la cuevita del niño. Una vez que estuvo seguro de su blanco, fue bajando ...
«1...345...»