1. Fiesta swinger con strippers


    Fecha: 12/06/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... colocó en posición flor de loto con las piernas lo más abiertas, yo la contemplaba pasmado desde atrás y dominaba su espalda y esa silueta de guitarra, acomodó su cabellera a un lado de su cuello y sólo aprecié como deslizó las tiras del brassiere. Los ojos de mi amigo se salían y sus manos no se quedaban quietas, lo mismo debe haber sucedido con su pene ya que los ojos de las otras chicas se posaron sobre éste.
    
    El moreno maldecía de la excitación por lo preciosas, grandes, bien formadas, blancas y saltonas tenía las tetas, alababa mi suerte al disfrutarla siempre, las compañeras con poca fuerza la aproximaron hacia él para que con sus dos manos tome cada uno de esos deliciosos melones, los besó los ensalivó iniciando las chicas su faena de masturbarlo, la esposa de pequeñín deslizó el bóxer hacia abajo, se inclinó hacia el pene y lo sacudía, lo estrujaba, lo mamaba con pasión, yo no podía más, me acerqué en silencio y me metí entre las otras chicas, iniciando a ellas el masaje sensual a todas su bellas vaginas y traseros y anos.
    
    Yo atendía a la esposa de cejitas con más lujuría y pasión que a las otras chicas, nunca antes había estado en la intimidad con una mujer de talla grande, alta, rellena, de carnes muy firmes, con nalgas tan grandes y atractivas, aunque no tenía senos acordes a su tamaño lo compensaba ya que era muy sexy y su personalidad era la de una verdadera putona, gritona.
    
    La esposa del moreno a quien también la disfruté era un poquito mayor en edad ...
    ... pero aún lucía muy bien, aunque era pequeña se sentía un cuerpo muy tonificado, lo más atractivo de ella eran sus piernas muy lindas, carnudas y bien torneadas, aparte de sus nalgas y senos normales pero con una boquita de mamadora que me ponía a suspirar, ella fue atendida después de mí por parte de su cuñado cejitas que entró a la habitación.
    
    La esposa de pequeñín era de cara bonita y piel blanca, pecas en el pecho, pezones muy rosaditos, el resto de su cuerpo nada fuera de lo normal pero atractiva y muy sensual, inició con su esposo, se alternaba luego con el moreno y mi esposa, ahí aprovechaba yo para chuparle sus tetitas.
    
    Bastante después casi entrando la noche, pedimos en coro rotar de parejas, las cuatro chicas se fueron a asear al baño y a arreglarse nuevamente, al regresar se acomodaron sobre el sofá, y nosotros en la cama, seríamos ahora quienes las escogeríamos, ellas ponían sus caras y poses más provocativas, mi esposa recostada de lado sobre el sofá, tenía las piernas descubiertas y se apreciaba hermosa forma desde los pies hasta los muslos, lucía unos zapatos de tacón que hacían juego con su perfecto pedicure.
    
    La música y el licor cumplieron su cometido, mi esposa se mareó, se contorneaba mientras bailaba y casi perdía el control, sus enormes y preciosos senos estaban a centímetros de nuestras bocas y creo que todos estarían contenidos en comérselas nuevamente, hacían juego con su collar de piedras coloridas, sin duda despertaba envidia de sus compañeras ...