1. Ejercicio placentero


    Fecha: 06/09/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... para atrás así que me tenía acorralada. Le miré a los ojos y noté una de sus manos en mi cintura. Miró alrededor y me susurró al oído “hoy apenas hay gente por aquí, y si nos vamos al baño”. Aquello no era una pregunta precisamente. Se apartó un poco de mí y fuimos hasta la puerta de los baños.
    
    - ¿Que tal si mejor nos vamos a tomar algo fuera?
    
    - ¡Y quedarme con este calentón!, me dijo mientras guiaba mi mano a su entrepierna
    
    Me metió en el baño de las chicas que estaba vacío y nos metimos en la última ducha. “Ahora me toca a mí comprobar algunas cosas” me susurró al oído mientras me besaba el cuello. Se me erizó la piel y mi entrepierna se mojó aun más. Él metió la mano y sonrió al ver lo húmeda que estaba. Yo aproveché para bajar su chándal y coger su miembro con mi mano. El bulto que había notado antes no le hacía justicia. Aunque no muy larga, era muy gruesa y con un buen par de huevos. Me puso contra la pared y me quitó la camiseta. Tanteó el sujetador por detrás con las manos pero no encontró el cierre. Fui yo la que me quité el cierre que estaba por delante, dejando al descubierto mis pechos. “De los que me caben en la mano, justo como me gustan”. Le quité la camiseta antes de que pudiera tocarlos. Me pegó más contra la pared y me quitó el resto de la ropa, deshaciéndose él también de la suya. La puso a un lado y me dio la vuelta poniéndome de cara a la pared. Me sujetó las manos a la espalda haciendo que mis pezones despuntaran con el frío roce de los ...
    ... azulejos. Un mordisco en el cuello fue lo que precedió que me clavara su estaca en mi interior. Emití un suave gemido que se vio ahogado por el sonido del agua. Había abierto el grifo para que el agua aplacara mis gemidos.
    
    El agua corría por nuestros cuerpos mientras él me penetraba una y otra vez, cada vez más profundo. La sacó y me dio la vuelta, me levantó una pierna y volvió a penetrarme. No estuvimos mucho porque en esa posición era algo más difícil. Escuchamos otro grifo abrirse en una de las duchas cercanas y me subió sobre él. Mis piernas se agarraron a su cintura como pudieron y mis brazos a su espalda. El morbo a que pudieran pillarnos me puso aun más y mi húmedo cuerpo recibía cada vez más abierto al suyo. Estaba a punto de llegar al orgasmo cuando sus embestidas se hicieron cada vez más rápidas, aun soportando mi peso. Mis uñas se clavaron a su espalda y me corrí en el instante en el que vi su cara, mezcla del dolor y del placer.
    
    Casi sin haber terminado del todo me sacó de su interior y me hizo arrodillarme en el suelo mirándole. Gotas de agua caían en mi cara, mezcladas con la leche que emanaba de su cuerpo. Exhausto se apoyó en la puerta para recuperar el aliento. Me quité el semen sin que él dejara de mirar como acariciaba mi cuerpo. Se acercó a mi y me dijo al oído “Me estas poniendo otra vez pero si nos quedamos aquí nos van a ver a la hora del cierre. Así que te espero fuera para invitarte a comer”. Me acerqué a su oído yo esta vez y le susurré “solo si ...