Graciela
Fecha: 08/09/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... ella.
Ese fue el inicio de un continuo cruce de mensajes sobre la música y la cultura de los 80. Julia era una chica inteligente sabía captar mi atención con preguntas y opiniones. Me deje llevar por ella y la falsa creencia de que solo era conversaciones inocentes en una red social, pero solo dos días después nos citamos en el casco viejo, una zona de pequeños locales donde el vino y las tapas son el principal atractivo. Llegue con 15 minutos de retraso debido al intenso tráfico con motivo de las fiestas navideñas, al llegar recorrí la plaza con la vista hasta que la vi. Allí estaba Julia vestida con chaqueta vaquera celeste desgastada, una camisa de seda blanca y una minifalda de gasa negra. Me acerque a ella y al verme guardo el móvil en su bolso.
- ¿Eres así de puntual con todas tus citas?
- Jajaja, ¿esto es una cita?, pensé que era una especie de entrevista para tu blog. Lo siento, el tráfico esta insufrible y el parking estaba completo, tuve que esperar a que quedase alguna plaza vacía
- Jajaja, eso se lo dirás a todas tus entrevistadoras. Ven vamos a un sitio que allí podremos hablar con tranquilad.
Me cogió por el brazo y me fue guiando por las calles estrechas del barrio, me encontraba un poco extraño en aquella situación no tenía claro de qué hablar con una chica de esa edad. Así que opte por seguirla y dejarla hablar a ella. Durante el trayecto Julia me hablaba de sus proyectos.
- Aquí es, vamos entremos
Abrí la puerta y la deje ...
... pasar, era un local muy pequeño por lo que una sola estufa lo mantenía a una temperatura agradable. Las mesas eran unos barriles salvo dos planchas de madera que a modo de mesas salían de la pared, una de estas fue la que escogió, se sentó en uno de los taburetes y yo en el que quedaba, quedamos uno enfrente del otro, de tal forma que si cruzaba mis piernas sus rodillas rozaban mis muslos. En aquel momento supe que estaba jodido.
Mi mirada empezó a desviarse con demasiada frecuencia hacia sus piernas cubiertas por unas medias negras trasparentes y unos calcetines negros hasta las rodillas. Cada vez que nuestras piernas entraban en contacto tardábamos más en separarlas, hasta que ya no se separaron. Había llegado ese momento en que dos personas notan que se están tocando, el contacto se prolonga hasta que se hace permanente, y los dos esperan a ver quién es el primero en separarse, gesto delatará que ha prolongado el roce más allá de lo casual. Sin separase, Julia decidió romper el silencio que se produjo
- Tengo una colección de discos de la época que te gustaría. Cuando estudie en Madrid los fui comprando en pequeñas tiendas de segunda mano. Nada que ver con esas horribles recopilaciones actuales. Me gustaría que los vieras podemos ir ahora, vivo aquí al lado.
- ¿Sabes que si vamos a tu casa podemos acabar follando?
Por su gesto deduje que no se esperaba aquella respuesta, pero no tardó en reaccionar.
- Si, ya lo sé.
- ¿Es eso lo que quieres?
- No lo ...