1. Bendito entre las mujeres


    Fecha: 08/09/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos

    ... agarró a una del cabús y con una de sus toscas manos le hizo a un lado su calzón, mientras que con la otra la agarraba de la cadera. La susodicha gritó y yo no supe si fue por excitación o por miedo, pues bien sabía lo que estaba por suceder ya que, como dije, se veía muy vergudo.
    
    Se la dejó ir sin lubricante ni preservativo de por medio y aquella “maulló” tal cual gata atacada.
    
    El fulano la bombeó que daba gusto verlo. Toda ella se balanceaba al ritmo de sus machos embistes y yo no sabía si Lucía (como aquella se llamaba) se movía a consciencia o sólo era su cuerpo el que reaccionaba naturalmente a la embestida. Lo cierto es que antojaba dando ganas de chingársela así alguna vez.
    
    «Ya sabía que eran unas calentonas», me dije a mí mismo mientras veía a las amigas de mi hermana perder toda vergüenza en manos de los strippers. Yo me pajueleba mientras que veía a Ileana chupar verga y a Karla agarrarle los huevos al mismo hombre desde detrás. Las mujeres rodeaban a los dos como si estuviesen hambrientas de ellos. Los llenaban de caricias y besos. Eran todas unas putas, a mi parecer en ese momento.
    
    Ileana dejó de chupar falo y pensé que lo hacía para cederle el honor a otra de sus amigas, pero no. Ella se le puso de espaldas al macho y paró la cola como ofrendándosela. “Penétrame”, pareció decirle con la mirada.
    
    Mientras la penetraba ella produjo una expresión en su rostro que yo casi me vengo. No faltó quien lo siguiera besando a él, e incluso le diera sus ...
    ... buenas nalgadas cuando aquél ya bombeada a ritmo duro y constante, como si lo estuvieran acicateando para alentarlo en su tarea.
    
    Karla, que le acariciaba los huevos desde atrás, en uno de sus jalones le hizo sacar el badajo de la intimidad de la amiga, cosa que aprovechó otra y haciendo a un lado a Ileana se apropió de la hombría para sí mientras pronunciaba: “Ahora me toca a mí”.
    
    Las hembras estaban borrachas de placer; quien no participaba directamente miraba con lujuria y en sus ojos se les notaba el antojo que se les despertaba al ver a sus compañeras hacer aquello. Pensé que si en esos momentos fuera a la sala bien podría tomar alguna entre mis brazos y metérsela sin demasiada negativa, pero seguí mirando.
    
    La depravación en las amigas de mi hermana llegó al nivel de sentarse en el mismo hombre y al mismo tiempo. Claro que una sobre la verga de aquél y la otra sobre su rostro, dejando que sus femeninos labios se posaran sobre los de la boca del stripper en cuestión.
    
    Las chicas armaron un cachondo desmadre que duró más que yo, puedo confesarlo ahora, yo ya me había venido cuando aquellas, las últimas las más calentonas, aún montaban macho aunque sus otras compañeras ya se habían ido. Por allí quedó escupido más de un mueble con el esperma masculino y melcocha femenina. Si se usara luz ultravioleta en nuestra sala de seguro resaltarían las manchas que eran pruebas de lo sucedido allí. Pero había otra prueba, lo que tenía grabado, pensando en utilizarlo no sólo en ...