Dulce incesto con mi tía - Relatos Eróticos

Dulce incesto con mi tía

... besé y chupé. Le dije que se pusiera de pie, para que sus partes íntimas quedaran fuera del agua y yo pudiera chupar; yo permanecía sentado. Empecé a chupar su coño peludito. Me detuve un instante para decirle: quiero chupar hasta que te corras,tata Ella respondió que vale. Seguí chupando enérgicamente mientras con las manos agarraba fuerte su culo. Por el lugar donde estaba, ella no podía gemir alto, pero lo hacía suavemente; y así seguí hasta que se corrió: ¡sí, mi amor!. Sus jugos empaparon mi lengua y mis labios. Nos volvimos besar. Me toca, dijo. Yo le dije que esperara un momento, pues tenía la polla bien dura, y me gusta que me la empiecen a chupar caundo esta flácida, y ver como endurece en su boca. Se me bajó, y le dije: venga. Me la tocó de una manera muy agradable, y enseguida empezó a chupármela. No tardé nada en volver a tenerla dura. Mi tranca, que ya estaba del todo desarrollada, no es larga, pero está gordita. Como queriendo imitarme, se detuvo para decirme que también quería chuparme hasta que me corriera. Evidentemente le dije que ok. Siguió chupando perfecto, mientras al mismo tiempo ronroneaba, y yo gemía suave. y empecé ...

... a llenarle la boca de leche mientras ella intensificaba los ronroneos, y yo: ¡sí tata, sí!.Cuando salió toda la leche, ella siguió esos posteriores segundos, vitales para acabar de dar todo el placer; todo un éxito. Abrió la boca para mostrame como la tenía llena de mi leche. Se acercó hasta el albornoz y cogió los pañuelos de papel del bolsillo y ahí escupió el semen.Me besó: mi amor. Yo tenía que descansar 5 minutos. Yo me senté y ella se puso estirada con la cabeza apoyada en mis muslos. Yo le acariciaba el pelo. Pasaron los 5 minutos y le dije si quería que le diera pol culo. Ella dijo que sí, deseosa. Permanecí sentado: ponte de pie, tata, e inclínate. Empecé a lamerle el culito: Sí cariñito. Cuando lo tuvo bien lamido, me levante, apreté e introducí mi capullo en su culito. Empujé e introduje todo mi miembro, y empecé a meter y sacar: sí sigue mi amor. Al poco tiempo ambos: ohhh síiii, llené su culito de leche. Saqué mi polla y la leche regalimó de su culito. Besos, nos pusimos los albornoces y la acompañé a su habitación. Un último besito de un segundo y me fui a mi habitación. Lo repetimos durante 3 años, hasta que ella no quiso más.