Mi primera experiencia anal
Fecha: 20/09/2022,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... experimentado nunca; sí M hubiera sido otro estoy segura que me hubiera penetrado así como estaba, no le hubiera costado nada de trabajo pues yo no hubiera puesto resistencia alguna a ser poseida nuevamente por su miembro, posiblemente desmayada como estaba me hubiera recostado y le hubiera pedido que terminara haciendome el amor de misionero o boca abajo, regalandome un orgasmo más, y esta historia estaría por llegar a su fin. Pero M siempre fue especial, él sabía como complacerme, él sabía que me tenía en el momento idóneo para dar rienda suelta a su deseo y así lo iba a hacer, por otro lado yo no tenía ni idea de lo que me esperaba.
Así pues, ya con el condón puesto M volvió a pegar su cuerpo contra mi espalda y deslizo su mano por debajo de mi cuello para volve a abrazarme y seguir con las caricias. Giré mi cabeza y voltee para besarlo, nos fundimos en un intenso beso mientras esperaba ser penetrada; me retorcia de placer, necesitaba ser suya, deseaba sentir toda su masculinidad entrando en mi cuerpo, él debía saberlo, no eran nada sutiles los ruidos que emitia, las forma en que lo besaba, los movimientos de mis caderas y pompis debián mostrar mi deseo por ser penetrada, pero él no lo hacia, en los siguientes segundos (que me parecieron horas), con una de sus manos solo siguió jugando con uno de mis pechos, mi cuello se cansó por estar semivolteada besándolo por lo que volví a acostarme de lado mientra el continuaba besando mi espalda y con su otra mano acariciaba mi ...
... trasero dibujando círculos y apretando mis gluteos.
No soportaba más, yo le correspondía retorciendome de placer, le ofreci mi sexo arqueando aún más mi espalda, con mi mano izquierda jalélevante mi pierna en señal de que era toda suya; estaba decidida a sentirlo ya, así tomaría las cosas por mi cuenta y moviendo mis caderas y nalgas coloqué su pene justo en la entrada de mi vagina. Sentí la cabeza de su pene rozando lo labios de mi vagina, por toda la lubricación se movía sin problemas pero por la posición en la que estábamos no lograba hacer que entrara; él ya tenía el último moviento en sus “manos”, debía ser él el que diera último paso para penetrarme, pero no lo hizo, solo deslizó su pene poniendolo en entre mis nalgas, así que medio desepcionada solté mi gluteo que estaba jalando para apricionar su herramienta entre mis pompis, me sentí en el cielo pero aún deseaba más.
Él siguió besándome y acariciando mi cuerpo y ahora con su pene "prisionero" entre mis pompis, perfectamente lubricado como había quedado con todos mis jugos, comenzó a moverse frotándolo de arriba para abajo sin nada de dificultad (a pesar del condón). No niego que eso me gustó, pero me gusta como juego previo, y yo ya estaba “en mi punto”; loca por el deseo y entregada a mis instintos, mi mente y mi cuerpo ya se encontraban totalmente a su merced, y lo único que pedía era ser penetrada; así que con la voz más melosa y sexy que una mujer en mi estado tiene, le dije que lo hiciera, que entrará en ...